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21 de Marzo de 2011

Las siete cosas que no sabes de la conferencia de Obama y Piñera

El Presidente Sebastián Piñera no pierde tiempo. Tres horas con Barack Obama le bastaron para presentarlo en la conferencia de prensa conjunta como un "amigo de Chile y amigo personal", ante más de 120 periodistas, camarógrafos y fotógrafos.

 

 

Por Redacción
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El Presidente Sebastián Piñera no pierde tiempo. Tres horas con Barack Obama le bastaron para presentarlo en la conferencia de prensa conjunta como un “amigo de Chile y amigo personal”, ante más de 120 periodistas, camarógrafos y fotógrafos.

 

 

Y aunque eso se vio en el streaming oficial y el despacho de distintos medios nacionales e internacionales, siempre hay detalles que no se perciben a través de la pantalla. O que no estaban en el encuadre. A continuación, siete de esas escenas para recordar cuando Obama ya esté en el avión rumbo a El Salvador.

 

 

1. Obama es más chistoso: Aunque Piñera logró sacar risas cuando enumeró, según él, las similitudes que tenía con el mandatario estadounidense -como haber jugado basketball y encontrar atractivas a la señora del otro-, Obama le ganó en simpatía. Incluso por cómo reaccionó ante esos comentarios: ya sea por diplomacia o por simple educación, cuando Piñera dijo que le había comentado lo guapa era Cecilia Morel, el ex senador de Illinois sólo levantó el brazo derecho en señal de aprobación, dando a entender que el que calla -y el que es educado- otorga.

 

Algunos de los comentarios de Obama  que sacaron risas fueron las interacciones con dos de los tres periodistas que hicieron preguntas. Sobre uno de ellos, representante de la prensa estadounidense y miembro de la agencia Asociated Press, dijo: “Antes de responderle su pregunta, qusiera avergonzarlo un poco: él nació acá en Chile, o su mamá es chilena, así que debe estar muy contento de estar aquí. Sólo quería que el resto supiera para que él se avergonzara”.

 

A la representante de la prensa internacional y periodista de EFE, en tanto, le hizo una contrapregunta cuando ella lo corrigió sobre la mención de los distintos medios de Estados Unidos y el resto del mundo: “¿Usted es periodista o abogada?”. “Nos gusta ser precisos”, contestó ella, aunque el comentario se ahogó entre la risa de los asistentes.

 

 

 2. Rostros con estilo: como si fuera parte de su marca registrada, los periodistas de los principales canales esperaban que se iniciara la conferencia de manera distinta. Mientras Macarena Pizarro -mujer ancla de Chilevisión- le mostraba a un colega videos de su hija en su iPhone, Daniel Matamala conversaba con Mauricio Bustamente -en los pocos instantes en que éste no pasaba alejado del resto- sobre su postulación a la Beca Presidente de la República y la Beca Fullbright.

 

Y, mientras el rostro de Canal 13 tomaba apuntes en una pequeña libreta Moleskine, Bustamante optó por el clásico formato de leer los comunicados oficiales en una tabla con un acoclip. Pizarro, si bien escribía en una libreta de croquis, estaba más preocupada de encontrar el lugar adecuado para hacer su despacho. “Maca, sales en la toma de todos esos canales”, le dijeron apuntando hacia el costado derecho de la tarima donde estaban los camarógrafos. Después de ir y volver de una silla a otra, encontró un lugar ideal cambiando puestos con otra periodista.

 

 

3. Escenario reciclado: Ni la tarima, ni la alfombra, ni el pedestal desde el cual habló el mandatario invitado eran nuevos. La escenografía ocupada para la “histórica” conferencia conjunta, como resaltó Piñera, era la misma que se utiliza para todos los actos oficiales en La Moneda, como el anuncio del posnatal de seis meses hace tres semanas. Lo único nuevo -y que quizás se guarde para una eventual próxima visita- eran las banderas estadounidenses, y la alfombra que se ocupó para otra de las actividades: la rendición de honores del Presidente Piñera a Obama en la entrada de Palacio.

 

 

4. Terminó el reinado del “Decano”: Sólo se permitieron tres preguntas en la conferencia de prensa. Una de medios estadounidenses, una de medios internacionales y otra de un medio local. Y aunque suene autoritario -los encargados de prensa de cada delegación eligen al representante-, la costumbre entre los extranjeros es llegar a un consenso, para que la pregunta que se haga les sirva a todos.

 

“Pero los medios chilenos son muy egoístas”, comentó un miembro del gremio minutos antes de que empezara la conferencia. Y aunque dijo que nunca han imitado a los periodistas internacionales para decidir la pregunta en conjunto, sí se alegró que cambiara el representante. “Durante el gobierno de Michelle Bachelet, El Mercurio siempre hacía las preguntas, siempre. Y, obviamente, acá los medios preguntan según sus intereses”. En esta ocasión, un periodista de la radio Cooperativa le preguntó a Obama si estaría dispuesto a cooperar en investigaciones sobre la inervención de Estados Unidos en Chile en los 70, y a pedir perdón si fuera necesario.  

 

 

5. Libia estresó a Piñera: Era inevitable. Al gobieno le importaba destacar que era una visita “histórica”, la primera de un mandatario estadounidense en 21 años sin que hubiera una cumbre o encuentro internacional de por medio. Pero, a la hora de las preguntas de los medios, el Presidente se descompuso. El primero, de la radio Cooperativa, sólo interpeló a Obama, y los dos siguientes le preguntaron a Obama sobre la intervención estadounidense en Libia y le pidieron a Piñera que se refiriera sobre los dichos de su par respecto a ese tema.

 

De los 120 miembros de la prensa acreditada, dos tercios estaban ahí -y esperaron pacientes durante los discursos con promesas y alabos bilaterales- para preguntarle al líder de la mayor potencia mundial sobre su intervención. Y eso, a Piñera no le gustó. Sus tics -los de siempre; girar el cuello, encoger los hombros, mover los brazos- se le escaparon de las manos y se hicieron evidentes como en ningún otro minuto de la ceremonia, ni siquiera cuando el periodista de Cooperativa dijo las palabras “Pinochet” y “derechos humanos”.

 

 

6. Obama fotogénico: Al mandatario norteamericano le gustan los flashes -supo posar calmado y aparentando que entendía lo que Piñera decía sin necesitar la traducción simultánea- y, cada vez que veía a un periodista-groupie sacándole fotos con su iPhone o Blackberry, sonreía para hacer de ése un momento Kodak

 

 

7. “Corrección automática” (o error involuntario): No podía faltar. Todo iba bien en el discurso de Piñera: las fechas, los nombres, las cifras de muertos de ambas guerras mundiales y hasta los rostros de los Presidentes estadounidenses que conforman la monumental escultura del Monte Rushmore. Pero tenía que pasar. Al cierre de la conferencia, el mandatario habló de un desarrollo conjunto de América Latina y, justo cuando iba a salir invicto de errores -o “correcciones automáticas”, como les dice en Twitter-, dijo: “Al Presidente Obama le he escuchado muchas veces la frase ‘No child left behind’ (Ningún niño se queda atrás), pero yo digo ‘No country left behind’ (Ningún país se queda atrás).

 

Su par estadounidense, no se sabe si por educación o porque la traducción la escuchó con segundos de desfase, asintió agradecidamente. Pero cuando entendió lo que Piñera dijo, ya todos los asistentes estaban aplaudiendo y la prensa preparándose para hacer sus despachos. El detalle que se le escapó al Presidente es que la frase a la que hizo alusión es un programa educacional propuesto por el ex mandatario republicano George W. Bush, apenas asumió su primer mandato.

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