Sepa por qué “se les apareció marzo” a los ministros
El ministro de Hacienda, Felipe Larraín, anunció este miércoles que, con el objetivo de controlar las presiones inflacionarias -principalmente externas- el Gobierno reducirá el gasto público contemplado para el 2011, desde una expansión de 5,5% prevista inicialmente a 5%, lo que representa una disminución de entre US$750 millones a US$800 millones. El secretario de Estado explicó que esto equivale a un 1,4% del gasto público y a un 0,4% del Producto Interno Bruto (PIB).
El ministro de Hacienda, Felipe Larraín, anunció este miércoles que, con el objetivo de controlar las presiones inflacionarias -principalmente externas- el Gobierno reducirá el gasto público contemplado para el 2011, desde una expansión de 5,5% prevista inicialmente a 5%, lo que representa una disminución de entre US$750 millones a US$800 millones. El secretario de Estado explicó que esto equivale a un 1,4% del gasto público y a un 0,4% del Producto Interno Bruto (PIB).
Larraín precisó que esto se da debido a que existen tres preocupaciones que afectan la economía nacional, que son la inflación externada -considerando el alza de los alimentos y los combustibles- el conflicto en Medio Oriente y los efectos en la economía que podría causar el terremoto de Japón.
El jefe de las finanzas públicas detalló que la medida está concentrada en el gasto corriente y no en el gasto de capital. Además informó que la reducción del gasto público afectará a todos los ministerios, incluyendo la Presidencia.
El ministro afirmó que las reducciones se dan principalmente en ítems como: horas extras, honorarios, viáticos, materiales de oficina, materiales y útiles de aseo, insumos y repuestos computacionales, telefonía fija y celular, publicidad, servicios de suscripción, viajes, arriendos de vehículos y consumo de energía eléctrica, entre otros.
“Esto representa un aporte al control de la inflación, lo estamos haciendo apretándonos el cinturón en el sector público, está directamente relacionado con dos variables que también llegan a todos los chilenos que son las tasas de interés y al tipo de cambio”, aseguró Larraín agregando que esta política va “en claro y franco beneficio a todos los chilenos”.
Sin embargo, Larraín precisó que con esta iniciativa del Gobierno no se tocarán las pensiones, las asignaciones familiares, el programa Chile Solidario, los programas para los pueblos originarios, las bonificaciones para el agua potable, los planes de desempleo, los recursos para las regiones y las bonificaciones para las zonas extremas, subsidios habitacionales y subvención escolar.