Murillo: “Ni imaginas los casos que nos han llegado y que revelaremos pronto”
Vía La Hora
El "tema Karadima, personalmente" para José Andrés Murillo, una de las víctimas que se querelló contra el sacerdote, "se acabó hace muchísimo tiempo, cuando me di cuenta que no le tenía miedo".
Vía La Hora
El “tema Karadima, personalmente” para José Andrés Murillo, una de
las víctimas que se querelló contra el sacerdote, “se acabó hace
muchísimo tiempo, cuando me di cuenta que no le tenía miedo”.
El treintañero doctor en filosofía y ciencias políticas accede a conceder esta entrevista a La Hora para
hablar de Fundación para la Confianza, la entidad que nació el 16 de
diciembre y que creó para ayudar a otros a prevenir este tipo de abusos.
Pero la naturaleza de la entidad hace imposible eludir la actualidad de
un caso que acaba de reabrir la justicia.
-¿En qué momento se termina el tema Karadima en lo judicial?
-Estamos recién en el primer round. Y deben ser unos diez. Con la
ministra en visita recién nombrada esto va a ser largo. No hay poca
gente que me ha llamado y me ha dicho “José Andrés, yo al principio te
ataqué, fui muy cercano a Karadima y hoy me abriste los ojos, me di
cuenta que viví sometido” y su primera declaración a la justicia fue una
y te aseguro que ahora va a ser otra. No tenemos idea de lo que va a
pasar. Lo peor que puede ocurrir es que esto se cierre.
-También creo que, para cerrar el tema, fue importante cuando Ezzati (el arzobispo de Santiago) nos llamó para pedirnos perdón.
-En privado.
-En privado, pero con los medios afuera. Fue una reunión dura y sanadora.
-En el escaso tiempo que lleva la Fundación ¿se ha acercado
gente a pedir ayuda? Imagino que en el caso de abusos por parte de
religiosos las víctimas van a sentir que pueden confiar más en ustedes
que en otras entidades. ¿Ha sido así?
-La verdad es que sí. Simplemente por un tema de que este caso
Karadima en el que hemos sido parte ha sido tan mediático y, sí, hay
gente a la que le da confianza que haya gente que se ha enfrentado a
esta institución sin miedo ni mala onda ni odio. Podemos ser una
plataforma.
-¿Cuánta gente se ha acercado a denunciar un abuso?
-Más de la que creíamos… Pero tampoco me da miedo. Tampoco es que la Iglesia tenga que tenerlo.
-Hay gente que puede pensar que lo que impulsan es una especie de vendetta organizada.
-Mira, nuestra estrategia ha sido siempre ser transparentes e ir con
la verdad de frente, y sin pretensiones. Y la verdad ha tenido fuerza.
Hay mucha gente que no tiene a quién acudir y que se dice “si acuso a
alguien de la iglesia, a un cura, estoy yendo contra Dios, contra la fe y
contra mi propia salvación”.
-No puedo imaginar un crimen peor que sacrificar la integridad de
niños por el prestigio de una institución, que es lo que ha hecho la
Iglesia durante mucho tiempo. Tú ni imaginas los casos que nos han
llegado… y que se van a revelar en público muy pronto.
-Pasa que mucha gente se está recién dando cuenta, a la luz de este
caso, que fue abusada cuando chica. Estas situaciones afectan al centro
neurálgico de tu existencia y tu memoria, la bloquean.
LA FUNDACIÓN, EL NORTE
José Andrés Murillo encontró en su naciente organización sin fines de
lucro un modo de exorcizar el pasado: a través de la ayuda a otros
vulnerados.
-Ante una situación tan extrema como la que viviste hay dos
caminos. Enfrentarla o hacer todo lo posible por enterrarla y olvidarla.
¿Tuviste esa tentación?
-Absolutamente, yo la tuve miles de veces y a todos les pasa. Yo no
quería hacer nada con el caso, pero en terapia durante mucho tiempo me
fui dando cuenta de que debía ser responsable y actuar. En Chile estamos
acostumbrados a que uno es testigo de un choque, una agresión o un
crimen pero no quieres verte involucrado ni ir a tribunales.
-¿Sabes? Los recuerdos negativos reprimidos te pasan la cuenta a lo
largo de tu vida de todas maneras. No me imagino de una manera más feliz
que como ahora. Con este trabajo, con mi mujer, con mi hija… no tengo
nada que esconderme a mí mismo. Es muy sanador mirar la verdad de
frente.
-Pero una cosa es resolver uno su propio problema y otra
decidir dedicarse profesionalmente, tal vez por el resto de tu vida, al
mismo tema.
-Para mí ha sido muy resiliente dedicar mi vida a este tema. En principio me dediqué al estudio teórico de todo esto.
Mira, hay mucha gente que me ha dicho ustedes son de colegios pitucos
pero si hubieran sido de La Pintana no habría pasado nada con el caso.
Puede ser, pero eso también nos hace más responsables, porque estamos
siendo quizás voz de muchos que no la tienen.
-¿Cuál es el estado de situación de esta naciente fundación? Si nos puedes explicar.
-Estamos investigando acerca del tema del abuso sexual, del buen
trato, lo que se ha hecho en otros países, en Chile y lo que se ha
escrito, para crear herramientas concretas de prevención tanto para
orientación de padres, de profesores y quienes trabajan con personas con
situación vulnerable, no sólo niños o adolescentes.
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