La batalla judicial que sigue a la aprobación de HidroAysén
La aprobación del proyecto hidroeléctrico Hidroaysén por parte del comité de Evaluación Ambiental de la región de Aysén empujó a los opositores de la iniciativa, que impulsan Endesa y Colbún, a volcarse a la vía judicial para seguir peleando.
La aprobación del proyecto hidroeléctrico Hidroaysén por parte del comité de Evaluación Ambiental de la región de Aysén empujó a los opositores de la iniciativa, que impulsan Endesa y Colbún, a volcarse a la vía judicial para seguir peleando.
Así, ayer el director del Centro de Sustentabilidad de la Universidad Andrés Bello (UNAB), Marcelo Mena, explicó a radio Cooperativa que una posibilidad es “impugnar el resultado hacia el Ministerio de Medio Ambiente si existe alguna institución o persona que cree que no fueron consideradas sus observaciones”.
Mena, sin embargo, añade que esa vía es poco expedita y, por ende, cree que la batalla se dará en tribunales.
De hecho, así lo anunció el fin de semana el abogado y empresario Enrique Alcalde, dueño de 600 hectáreas en la Patagonia, quien a través de El Mercurio adelantó que presentará una demanda. “Como abogado y elegido para ser expropiado e inundado por este proyecto, tengo la total certeza de que la independencia del Poder Judicial será el estadio en que logrará reestablecer el imperio del derecho y pondrá las cosas en su lugar… La pelea aún no ha empezado. La madre de todas las batallas se dará en tribunales”, dijo.
Ayer, en tanto, los parlamentarios de oposición analizaron en el Senado los escenarios a seguir tras la aprobación de la iniciativa que inundará 6 mil hectáreas de la Patagonia. En ese sentido, una de las posibilidades abordadas con los miembros del Consejo de Defensa de Patagonia es la presentación de un recurso ante el Consejo de Ministros que está compuesto por 13 secretarios de Estado y tiene un plazo de 60 días para sesionar desde el 16 de mayo.
Línea de transmisión
Independiente de los trámites judiciales para detener Hidroaysén, los esfuerzos de los opositores al megaproyecto ahora estarán concentrados en combatir el proyecto de línea de transmisión, es decir el cableado de cerca de 2 mil kilómetros que se requiere para trasladar a la zona central la energía que producirían las cinco centrales.
Para ello, la empresa presentaría a fines de año el estudio de impacto ambiental para la línea de transmisión que, se espera, genere tanta o más oposición que las mismas centrales.
Hidroaysén estima que en 2014 se evaluará la viabilidad comercial del proyecto. Bajo ese plazo la primera central estaría activa a fines de 2019.