Degustando: Barandarian
Esta semana, visitamos Barandarian, un lugar con historia y grandes puntos a su favor, pero que debe reforzar algunas cosas para seguir deleitando con su comida peruana otros 11 años más.
Este restaurant ya superó el paso de los años. El local de Manuel Montt está desde el 2000 y desde 2006 el de Bellavista.
Con esa cantidad de tiempo es imposible que no haya opiniones encontradas: yo he escuchado de todo, desde los que dicen que es su restaurant favorito hasta unas historias de intoxicación tenebrosas con resultados de clínica, alucinaciones y ambulancias.
Yo he ido varias veces, especialmente, al de Manuel Montt y en verano sentarse alrededor de la piscina es un lujo.
Tenía buenísimos recuerdos del local así que decidí ir a ver cómo estaba.
El ambiente está bastante cargado al almuerzo de empresa, con mesas largas probablemente de cumpleaños o celebraciones pero lo bueno es que como el local tiene varios salones separados no molestan (a mi me tocó en el salón del lado una mesa de 20 personas que sacaron hasta guitarra pero no fue un problema para nada).
Nosotras nos decidimos por probar un pulpo al olivo que viene laminado y en porción mediana que estaba muy rico a $6.300 (aprovecho de pasar un dato de utilidad pública: sigo buscando locales de pulpo que lo vendan en su mejor versión, sin laminar, si alguien tiene un dato del mejor pulpo que ha probado que ¡lo envíe!), un chaufa especial ($7.200) que estaba realmente bueno con calamares, jaiba, ostiones, pulpo y camarones que traía sobreabundancia de mariscos y estaba exquisito. Sólo de mañosa digo que podría haber estado un poquito más caliente.
Probamos también, en una parte de la carta muy variada que está dedicada a la comida chifa, un chaufa de camarones ($3.800) que también estaba muy bueno y sirve de acompañamiento.
Todo esto más una bebida, una limonada y 2 café: $22.000
Puntos buenos: la atención es amable, muy buena calidad en los platos, precios razonables, lugar amplio en el que se puede arriesgar a llegar sin reserva, a 2 cuadras del metro Manuel Montt.
Puntos malos: la atención está lenta y hay que arriesgar la vida y la cabeza aleteando para llamar a un garzón, se nota que la proporción comensales/número de garzones no está siendo suficiente y los que hay aunque hacen esfuerzos por correr están sobrepasados. Señores: pongan refuerzos en este punto.
Restaurant Barandarian: Manuel Montt 315, Providencia.
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