Conozca la trastienda del poder de Gajardo, el incómodo escudero de Vallejo
En más de una reunión el Colegio de Profesores y el PC han evaluado que el protagonismo del líder del Magisterio puede afectar la imagen de un movimiento estudiantil hasta ahora exitoso.
La semana pasada, la sede de la CUT de calle Alameda 1346 fue el escenario de un particular encuentro del Partido Comunista. En medio del punto más álgido de las movilizaciones estudiantiles, los miembros comunistas de la ANEF, el Colegio de Profesores, de los Subcontratistas y de la CUT se sentaron a analizar el rol que están jugando sus figuras en el movimiento, particularmente la presidenta la Fech, Camila Vallejo, y el timonel del Colegio de Profesores, Jaime Gajardo. Ninguno de los aludidos estaba. Y solo un representante de la mesa del partido tomó nota de lo que allí se conversó.
Aunque por estos días existe optimismo al interior del PC por el éxito de convocatoria de las movilizaciones, en la cita de la CUT se analizó el desarrollo del conflicto estudiantil, la sumatoria de distintas fuerzas sociales al movimiento y la importancia de dos de sus militantes.
Sobre el titular del Magisterio se enfatizó en su impasse con el ministro del Interior, Rodrigo Hinzpeter, al que acusó de reprimir “con métodos que recuerdan al Apartheid”. Episodio que el jefe de gabinete sacó en cara profusamente y que obligó al vocero de la Confech, Giorgio Jackson, a desmarcarse.
La conclusión fue categórica. Y apuntaba a que el alto protagonismo del líder del Colegio de Profesores desde 2007, puede hacerle un daño al movimiento estudiantil y particularmente mermar el emergente liderazgo de la presidenta de la Fech.
Un análisis similar hizo la Asamblea Nacional del Colegio de Profesores el 11 y 12 de agosto en la comuna de Padre Hurtado. En esa oportunidad, varios docentes colegiados le reprocharon al dirigente comunista -presente en la reunión- su alta exposición pública. “No había cámaras, prensa, ni nada y se le dijo que está poniendo en riesgo la credibilidad y el prestigio del Colegio de Profesores por un protagonismo que no le corresponde”, reconoce uno de los asistentes al encuentro.
Frente a los cuestionamientos, Gajardo optó por el silencio. Y según aseguran miembros del Colegio de Profesores, acusó recibo optando por moderar sus declaraciones públicas.
Disponibilidad total
Conscientes de las fortalezas y limitaciones del presidente del Magisterio, hace dos meses, según explican a El Dínamo diversas fuentes sindicales, el Partido Comunista habría tomado la determinación estratégica de apostar por el fortalecimiento del movimiento estudiantil y particularmente por el crecimiento de la figura de Camila Vallejo.
En ese marco, el pleno del PC -donde participan Juan Andrés Lagos, Jorge Insunza y Lautaro Carmona, entre otros- solicitó a sus bases sindicales y sociales ponerse a disposición de la joven militante de la JJ.CC., lo que incluía también a Gajardo, quien desde ese momento se convirtió en uno de sus escuderos.
Sin embargo, este punto es descartado por el líder del profesorado y apunta al Ejecutivo. “Esa afirmación es parte de una campaña de desprestigio a las organizaciones y a los dirigentes que busca desmoralizar al movimiento por la educación pública para Chile”, asegura tajante.
Gajardo señala que el oficialismo debe entender que existe una situación que se ha ido incubando a través de los años y que ha explosionado transformándose en una crisis real. “Entonces, si la autoridad no ve eso, no es capaz de hacer una lectura distinta y siempre estar pensando que esto corresponde a planes maquiavélicos que lo único que buscan es desestabilizar al gobierno, están muy equivocados y no van a poder superar esto porque equivocarán el camino”, subraya.
Encabezando la marcha
A pesar de los cuestionamientos, este 24 y 25 de agosto, cuando el país viva una de las mayores paralizaciones públicas que se recuerden, Jaime Gajardo Orellana estará en primera fila, en un lugar de privilegio junto a Camila Vallejo, al presidente de la CUT, Arturo Martínez y al de la ANEF, Raúl de la Puente.
Si bien está consciente de las críticas y de la resistencia que provocan su figura y su lenguaje en ciertos sectores, tanto él como el PC sienten que gran parte de la validación del movimiento estudiantil, y de las demandas educacionales, provienen del trabajo de base realizado.
En sus salidas a regiones -que antes de la movilización estudiantil eran una vez por semana- realizaba un fuerte despliegue. De hecho, intentaba recorrer la mayor cantidad de ciudades. Sus cercanos afirma que no ha descansado en casi dos años.
Cuando sale de Santiago su equipo le arma una agenda. La idea es que si va a Coquimbo no sólo visite La Serena, sino que también esté en Punitaqui, Monte Patria, Combarbalá y Ovalle. En esas localidades recorre los colegios y se reúne en la sala de profesores de los establecimientos con los docentes.
Se da el tiempo de escuchar a los maestros, les cuenta cómo van las negociaciones por el bono SAE y les detalla los intentos por el pago de la deuda histórica, además de analizar sus planteamientos y prometerles mantenerlos al tanto a través de las administraciones comunales del Magisterio. Quienes lo han visto aseguran que sabe muy bien cómo funciona la “micropolítica”, la cual es clave para explicar su apoyo y entender cómo capea las críticas.
Y esta microgestión, tiene un gran valor a la hora de convocar. Y así lo ha demostrado desde que comenzó a trabajar con la Confech, dice el subsecretario general de la Central Unitaria de Trabajadores (CUT), Guillermo Salinas, quien señala que Gajardo ha logrado lo que muchos intentaron: paralizar por completo al gremio de los profesores.
Precisamente la gente que puede convocar es un elemento que lo sustenta. El gremio de los docentes es uno de los más “ricos” en comparación con otros movimientos sindicales. Cada mes, los afiliados, que son entre 50 mil y 60 mil, deben aportar el 1% de sus ingresos imponibles -salvo las asignaciones familiares-, mientras los jubilados deben entregar un 0,5%. Incluso para no perder la membresía, los profesores cesantes tienen que realizar un aporte mensual de 3.673 pesos.
En 55 mil docentes colegiados -que según una encuesta de la Universidad de Chile realizada en 2010, ganan como promedio entre 750 y 800 mil pesos de ingreso bruto- los ingresos mensuales del Magisterio alcanzan más de 400 millones de pesos, o sea, cerca de 900 mil dólares cada 30 días.
En comparación, la ANEF cuenta con 80 mil afiliados, pero la cuota de inscripción en esta entidad cuesta 350 pesos, por lo que el ingreso de los empleados públicos por concepto de cuotas no alcanza a los 30 millones de pesos mensuales.
Esta diferencia también se marca al momento de convocar. “Tener una cuota alta permite sacar más gente a la calle, hacer afiches, montar escenario y sonido. Tener al Colegio de Profesores en una marcha implica un movimiento importante de gente”, comenta un cercano al movimiento.
El dinero que el Magisterio recauda mes a mes se utiliza -según su página web- en un 50% para el financiamiento gremial (desglosado en 10% al directorio nacional, 10% al directorio regional, 10% al directorio provincial, 20% al directorio comunal) y otro 50% para bienestar y cuota mortuoria de los afiliados.
Sin redes políticas
A diferencia de Arturo Martínez y de Raúl de la Puente, que son militarnes PS y mantienen contactos activos con el resto de la Concertación, Gajardo no ha trabajado en la construcción de redes políticas con ese sector. Su trabajo se concentra en acrecentar la base social del PC, un bien que los comunistas cuidan con celo.
Esa misma característica impidió también que durante la administración pasada, el Colegio de Profesores se entendiera con el Ministerio de Educación. “Se asentó en los sectores más técnicos la idea de que Gajardo representaba una demanda gremial y que incluso eso iba en contra de la calidad de la educación. Lo veían como un obstáculo”, recuerda el diputado PS Manuel Monsalve.
Líder controversial
Gajardo no es un dirigente empático, dicen quienes lo conocen de cerca. De hecho tiene un estilo frontal y de lenguaje poco refinado que ha levantado más de un prejuicio respecto al Colegio de Profesores y sus demandas. Durante las movilizaciones por la educación también ha dado muestra de su explosivo carácter. Tanto es así, que no son pocos los que recuerdan que durante las últimas marchas por la educación, el dirigente contestó con gestos soeces a estudiantes que le pedían a gritos bajar del escenario para dar más espacio a los representantes de la Confech.
Si bien entre los dirigentes universitarios aseguran que existe una relación fluída y cordial con el presidente del Colegio de Profesores, con los estudiantes secundarios el trato no es igual de fácil. Laura Ortiz, vocera de la Asamblea Coordinadora de Estudiantes Secundarios (ACES), dice que ellos optaron por no tener contacto con el dirigente gremial, pues durante las movilizaciones han tenido más de un altercado con él y con los comunistas.
La ACES acusa al PC y a Gajardo de intentar secuestrar el movimiemto con fines políticos y eso ha provocado incluso hechos de violencia durante las marchas. “Les enrostran cosas (a Gajardo y al PC) y no han reaccionado. Gente que anda con Gajardo ha agredido a los secundarios con palos de coligües, banderas, combos y manotazos”, asegura.