FACH se defiende ante acusaciones: "Combustible tenían y bastante …"
Desde el Grupo 10 de la FACH y enfatizando que "no queremos reconocer ni descartar nada" y señalando que sería "injusto apuntar responsabilidades", el general Maximiliano Larraechea hizo frente a la prensa un detallado repaso del plan de vuelo del CASA 212 que el viernes despegó rumbo a Juan Fernández a cargo de la piloto Carolina Fernández y del teniente Juan Carlos Mallea.
La FACH salió hoy a responder los cuestionamientos públicos por el traslado de pasajeros civiles y por la supuesta falta de combustible del vuelo siniestrado el viernes en Juan Fernández, que terminó con la vida de 21 personas.
Desde el Grupo 10 de la FACH y enfatizando que “no queremos reconocer ni descartar nada” y señalando que sería “injusto apuntar responsabilidades”, el general Maximiliano Larraechea hizo frente a la prensa un detallado repaso del plan de vuelo del CASA 212 que el viernes despegó rumbo a Juan Fernández a cargo de la piloto Carolina Fernández y del teniente Juan Carlos Mallea.
Larraechea partió señalando que la FF.AA cumple una labor de servicio a la comunidad en tiempos de paz y, a partir de eso, se explica el traslado de civiles en aviones de la Fuerza Aérea de Chile. “De forma constante y continua somos requeridos para apoyar a la comunidad para distintas labores: como es el traslado de órganos , de estudiantes desde zonas extremas y de conexión con zonas recónditas. Todo se enmarca en el esfuerzo de responsabilidad social de las Fuerzas Armadas”, dijo el uniformado.
En ese contexto -detalló Larraechea- la organización Desafío Levantemos Chile solicitó el servicio de las FF.AA, a través de una carta de Felipe Cubillos (uno de los 21 desaparecidos en la aeronave).
El comandante afirmó que la fecha de viaje se modificó debido a la agenda del animador Felipe Camiroaga, hasta que finalmente se dispuso el viernes 2 de septiembre como fecha de viaje y se incluyó al personal del Consejo de la Cultura, Galia Díaz y Romina Irarrázabal, que habían solicitado un cupo cuando la FACH fuera al archipiélago.
Al detallar la planificación del vuelo, el vocero de la FACH hizo hincapié en el entrenamiento y las horas de vuelo de Fernández y Mallea que como equipo aseguró que sumaban 1500 horas de vuelos.
En seguida, el uniformado se detuvo a detallar la cantidad de combustible que se cargó al momento del viaje, que aseguró que alcanzaba para 4 horas 40 vuelo. “Se ejecutó un contacto permanente con los centros de control. Ese día cargaron 3 mil libras y deben haber tenido 400. Eso da autonomía 4 horas 40 minutos”, señaló.
El general agregó que a las 16.48 horas tomaron contacto con la Isla. “Y a esa hora tuvieron la pista a la vista, cuando tenían un remanente de combustible de 1 hora 43 min. Cuando no hay torre de control se hace una pasada de verificación, viraje y se intenta aterrizar, las condiciones eran vientos de 25 nudos con rachas, cuya dirección varía violentamente”, dijo.
“Probablemente debido a esos vientos es que los pilotos deciden descontinuar su aproximación de aterrizaje. aproximación frustrada, aqui se está demostrando en forma clara que no estábamos ante un problema de combustible. Combustible tenían y bastante para hacer muchos intentos de aterrizaje…“, aseguró, agregando que el personal de la FACH “no solo estaba haciendo bien las cosas”, “sino que era consciente de la importancia de los pasajeros que venían”.
Respecto a los estándares de seguridad, Larraechea dijo que los vuelos FACH se rigen por normas distintas a los vuelos comerciales, que -según establece la Dirección de Aeronáutica- deben llevar combustible para ir y regresar. “Pero las operaciones aéreas de militares, no están sujetas a las mismas reglas, y es así en el mundo. Y si se presenta un plan de vuelo que no cumple las exigencias, ese plan de vuelo no habría sido aprobado”, dijo.
“La última vez que la FF.AA tuvo un accidente con sucedió en 1977 … eso habla bien de los estándares de seguridad”, enfatizó.