"Los Archivos de Almodóvar", un extravagante recorrido por su carrera
Imágenes desconocidas de sus rodajes, comentarios propios y ajenos sobre cada una de sus películas, autoentrevistas y declaraciones de sus personajes. Todo eso está incluido en "The Pedro Almodóvar Archives", un profundo y al mismo tiempo delirante recorrido por toda su filmografía.
Imágenes desconocidas de sus rodajes, comentarios propios y ajenos sobre cada una de sus películas, autoentrevistas y declaraciones de sus personajes. Todo eso está incluido en “The Pedro Almodóvar Archives”, un profundo y al mismo tiempo delirante recorrido por toda su filmografía.
Un libro de 407 páginas editado por Taschen y que saldrá a la venta a mediados de noviembre en Latinoamérica en dos versiones: una de coleccionista, limitada a 500 ejemplares numerados, firmados por Almodóvar y con una copia de la fotografía “Penélope, as Marilyn”, al precio de 750 euros y de venta por la web.
Y una edición normal, que contiene todo el extravagante, delirante y divertido mundo de Almodóvar pero sin los extras aunque con un trocito de “Volver”, que costará 150 euros, según han explicado a Efe fuentes de la editorial.
“Me hubiera gustado ser alto y negro como Michael Jordan. Y también me hubiera gustado tener la vida más fácil. No hay nada más aburrido que ser un self-made man, se pierde mucho tiempo tratando de abrirse camino”.
Esa es una de las muchas declaraciones que jalonan un estupendo volumen que dedica un capítulo a cada una de las películas de Almodóvar, desde “Pepi, Luci, Bom y otras chicas del montón” a “La piel que habito”. 18 largometrajes que cuentan cada uno con un comentario de autores elegidos por el realizador en persona.
Vicente Molina Foix, Gustavo Martín Garzo, Elvira Lindo, Juan José Millás y Ángel Fernández Santos fueron los nombres elegidos para ilustrar el mundo almodovariano con textos en algunos casos hechos ex profeso para el libro y en otros rescatados de publicaciones antiguas.
En el lado de las imágenes, Almodóvar permitió a Paul Duncan, editor de Taschen, un acceso completo a sus archivos, de donde salieron imágenes nunca antes publicadas, como fotos personales que hizo durante los rodajes.
Cuatro años de trabajo para seleccionar entre el ingente material proporcionado por Almodóvar y que ha dado como resultado una estupenda selección de imágenes.
Muchas escenas de los rodajes. Secuencias íntimas rodeadas de cámaras y Almodóvar colocando el más nimio detalle de la escena. O el director ataviado con una corona de flores para no desentonar durante el rodaje de la escena de la fiesta en “Entre tinieblas”.
También de los descansos, como la que muestra a una Carmen Maura exhausta y dormida en la cama de un decorado de “La ley del deseo” ante la divertida mirada de Almodóvar y Eusebio Poncela.
Momentos de relax junto a Antonio Banderas, Verónica Forqué o su madre. Y momentos festivos, junto a grandes estrellas del cine, como Meryl Streep, Francis Ford Copolla, Michael Douglas, Julianne Moore, Wim Wenders o Sam Shepard.
Imágenes que se complementan con un recorrido por la trayectoria del cineasta manchego, por sus recuerdos desde su llegada a Madrid.
“Entré por la carretera de Extremadura. Aquello no correspondía con lo que había soñado: el paisaje era deslavazado, mugriento y poco acogedor. La visión primera del Madrid real me intimidó. (…) Por la noche, mientras paseaba, miré el cielo rojo por la polución: encontré amenazadora su ausencia de estrellas. Estas fueron las primeras sensaciones que recuerdo. Eran todo menos fascinantes, pero me quedé. Y me alegro”.
Eso fue unos cuantos años antes de que se diera a conocer el Almodóvar cineasta. Un momento que narra en el libro Vicente Molina Foix.
“La irrupción de Almodóvar en el cine español tiene fecha y lugar precisos, la noche del 27 de octubre de 1980, cuando se estrenó en el cine Peñalver de Madrid su película ‘Pepi, Luci, Bom y otras chicas del montón’. El estreno no tuvo focos ni limusinas”.
Poco que ver con el glamour de sus últimos estrenos, todos ellos celebrados en un Festival de Cannes rendido a sus pies, como reconoce su director general, Thierry Frémaux, en el prólogo del libro.
“El Festival de Cannes -explica Frémaux- le hizo esperar mucho tiempo antes de ofrecerle el honor de competir. Fue con ‘Todo sobre mi madre’, nada menos que su decimocuarto largometraje, con el que desembarcó en La Croisette el sábado 15 de mayo de 1999. Sin embargo, fue una aparición extraordinaria”.
“Puede afirmarse sin temor a incurrir en excesivos riesgos que Pedro es a España lo que Bergman fue a Suecia, Kurosawa a Japón o Ford a los Estados Unidos (si bien en este último caso él saldría con un: ?¡No, yo prefiero a Hawks o a Billy Wilder!»).”
Y por ello Taschen le ha dedicado un volumen que antes solo había realizado sobre Ingmar Bergman y Stanley Kubrick.
Pero, pese a todo, a su comportamiento a veces tachado de egocéntrico, Almodóvar no deja de sentirse sorprendido y encantado con lo que ha conseguido con su cine y lo reconoce con humildad.
“Que una película tenga éxito es una maravilla. Todos los directores merecerían conocer esta experiencia. La gente reconoce tu trabajo y se produce el milagro de la comunicación. Y lo que es mejor, tienes la posibilidad de seguir trabajando. Pero, desde un punto de vista vital, el modo en que los demás reaccionan a tu éxito te coloca a veces en una posición bastante incómoda”.