Eliminar las ojeras: ¡adiós, mirada cansada!
La vida se trata de variedad, colores, sabores, olores, estímulos, interacciones, de miles de regalos que podemos recibir. ¿Pero qué sucede aquí?
La vida se trata de variedad, colores, sabores, olores, estímulos, interacciones, de miles de regalos que podemos recibir. ¿Pero qué sucede aquí? Lo nuevo requiere valentía, animarse, confiar. ¿Pero confiar en qué? ¡En uno mismo! Confiar en que lo que sea, que uno decida lo va a llevar por lo que uno necesita experimentar, y que si ese trayecto o experiencia no te gusta, no es un fracaso, sino un aprendizaje, y que puedes cambiar de trayecto y no ir más por allí. A veces nos gusta una parte de las cosas y las otras partes no, a veces el rechazo es interno, pues nos sentimos densos o impotentes. A preguntarse: ¿Qué puedo cambiar en mí para aportar a esto, en vez de esperar tener todo servido? Hay que recordar que ninguna experiencia en la vida es pérdida de tiempo, sino madurez ganada y responsabilidad tomada.
La piel del contorno de ojos es especialmente sensible: tanto, que es precisamente en esta zona donde antes empiezan a aparecer los primeros signos de envejecimiento, donde se manifiesta la falta de sueño y el cansancio… y donde aparecen tanto las bolsas como esos antiestéticos cercos oscuros que tanto cuesta hacer desaparecer, las ojeras.
Durante el verano, cuando nos bronceamos, las ojeras parecen mejorar, se hacen menos visibles. Pero es precisamente tras los meses de verano cuando más se notan. ¿Por qué? Porque la piel del contorno de ojos, la más fina de todo el rostro, es la que más acusa la deshidratación producida por el sol, y los daños causados por la radiación solar.
Cuando las ojeras son muy oscuras puede resultar difícil hacerlas desaparecer, y hay ocasiones en que lo más efectivo para eliminar la pigmentación oscura es el láser…