Nuestras Artistas: Andrea García-Huidobro, una vida entre tablas
Hija de los actores Cristián García-Huidobro y Claudia Celedón, lleva varias actuaciones en el cine, la televisión y el teatro a su haber y se perfila como una de las grandes promesas de teatro nacional.
A sus 27 años esta actriz, hija de los actores Cristián García-Huidobro y Claudia Celedón, lleva varias actuaciones en el cine, la televisión y el teatro a su haber y se perfila como una de las grandes promesas de teatro nacional. Volviéndonos a sorprender este año con sus dotes de directora y comediante al dirigir su tercera obra de teatro, “Temporada Baja”.
Estuvimos junto a El Dinamo D-Mujer compartiendo historias y anécdotas con esta tenaz artista, con el fin de conocer un poco más a esta talentosa mujer que ha sido criada entre tablas.
¿Cómo ha sido para ti criarte dentro del ambiente del teatro?
Ha sido muy raro, por una parte, ha sido muy emocionante porque hay cosas que conozco desde siempre, porque mi mamá me llevó desde pequeña en coche a la escuela de teatro, a lo que se suma el hecho de que mi papá y mi abuelo también eran parte de ese ambiente, por lo que el tema del teatro ha sido una constante, hay lugares muy antiguos del teatro que marcan mi infancia y mi trabajo actual. El teatro está en mi todo el rato, vengo de una familia de actores que me han enseñado muchísimo, que son para mí grandes porque referentes y maestros y pese a todo, nuestras carreras y visones a veces resultan muy distintas…es decir mi padres y el teatro han sido fundamentales en mi vida, pero yo he logrado forjar mi propia individualidad y personalidad más allá de ellos y lo vivido, aunque sin lugar a dudas en mi camino han sido fundamental. Imagínate si mi juego desde chica era “armemos obras de teatro” me encantaba actuar o dirigir a otras niñas y como la casa de mi madre siempre estuvo llena de adultos que disfrutaban de estas funciones, mucha gente del teatro, tuve un refuerzo constante y muy positivo a mi motivación por las artes dramáticas. Y como si eso fuera poco, cada vez que iba a la casa de mi papá podía jugar con el vestuario de sus bailarinas, me disfrazaba constantemente desde bailarina de flamenco a una mariachi o bailarina de can can, es decir, no concibo mi vida sin actuar.
¿Qué heredaste de tu madre y padre y que es sólo de Andrea?
De los dos heredé su humor perverso, es más creo que eso fue lo que los enamoró el uno al otro porque ambos son súper irónicos y les gusta reírse de las personas y lugares constantemente. Por otra parte, ambos son personas muy fuertes capaces de soportar muchas cosas y creo que eso también lo aprendí de ellos. Particularmente de mi madre heredé la necesidad de ser honesta -honestidad que en ocasiones se torna excesiva- pues como ella no tolero las mentiras ni la hipocresía y creo que esto es algo que se deja ver en mis obras. De mi padre heredé la tendencia a ser autodidacta e independiente a la hora de crear mi proyectos, asimismo heredé su capacidad de gestión y el hecho de que como él no vivo solo de los bienes materiales sino de la sensación de que estar creando me da vida. Por último, la dirección es algo que es mío, de esa Andrea que siente la necesidad de convocar a gente para materializar algo que vibra en su interior y en este sentido me siento valiente, tolerante, enfocada porque me lanzo a mis proyectos y lucho por ellos.
Entonces, ¿Qué dirías tú que te caracteriza como persona y como profesional?
El que soy muy clara como profesional y creativa, que se me ocurren cosas entretenida y el que como persona soy sensible y a la vez fuerte.
¿Algún/a director/a en particular que admires?
Admiro a Cristián Plana porque es profundo, intenso y maneja súper bien los tiempos, conquista a través del ritmo al público y eso me interesa mucho, los ritmos son un tema para mi desarrollar. Por otra parte considero que Elisa Zulueta está armando un camino que me parece muy interesante porque se mete en temas que tiene que ver con ella y eso es admirable dentro de una cultura tan cínica como la nuestra.
¿Qué temas que te gusta indagar? ¿Algún género en particular?
La familia y el amor son temas que toco harto porque siento que son tópicos capaces de desestabilizar a las personas, ya que las frustraciones en estos lugares son una bomba en la propia vida y la de los demás. Temas que para mí son la cola del diablo, donde está el dolor, por lo menos el mío, que provengo de una familia muy poco tradicional y altamente disfuncional, y por ello juego con estos temas. Pese a todo, sigo creyendo en la familia y en el amor, pero me gustan tratar estos cuestionamientos personales con humor, los que hace que temas tan complicados sean bien recibidos por el público, a través de la risa la gente se abre a escucharlos y de paso se ríen de ellos mismo, de su dolor, de sus fallos. Mis obras en ese sentido son muy catárticas.
Cuéntanos de tu obra Temporada Baja
Respecto a la génesis del proyecto, le presenté una idea a Begoña y estuvimos 5 meses trabajando juntas y ella lo agrandó. Luego fuimos improvisando con los actores y sobre la marcha se fue nutriendo el texto.
La obra en sí trata de una pareja de chilenos se va a Brasil en temporada baja y todo le sale mal, ya que distintas circunstancias y gente los confronta con sus problemas de parejas, con sus fobias, con su credulidad, con la claustrofobia, con su capacidad de frustración, entre otras.
Temporada Baja es una comedia que busca que el público se cuestiona el hecho de encariñarse y quedarse por obligación con alguien, así como también el rescatar el valor de las personas desconocida y el hecho de que en la vida puede todo fallar, pero siempre de estas fallas se aprende.
¿Cómo se enmarca esta obra dentro de tu carrera?
Con esta obra he dado un pequeño salto porque me atreví ha hacer una comedia de verdad, de principio a fin. Y ha sido un atrevimiento, sin lugar a dudas, ya que la mayoría siente mucho susto con respecto al género porque la gente tiende a pensar que la comedia es tonta, liviana. Obviamente, el que una obra cómica sea buena depende de cómo está tratada. Generalmente la comedia en Chile está muy ligada a lo comercial y lo sexual y este no es el caso. Mi papá la encontró rara y difícil pero se rio mucho, mi madre dijo que era una comedia de salón, atractiva e inteligente. En verdad, yo me sentí muy contenta, pues creo que se logro el objetivo de hacer sentir a través de la entretención.
¿Cuáles son tus proyectos futuros?
Tengo dos proyectos uno de actuación con los Contadores Auditores que se estrenará en marzo y otro que dirige Amalia Casay con la cual que estamos armando un musical basado en la Revista Eva, es una obra donde trabajan puras mujeres y se estrenará en Junio.
Al respecto, hasta ahora he trabajado con muchas mujeres por lo que a la larga me gustaría lanzarme al desafío de dirigir a un grupo de hombres, asimismo tengo en el horizonte el irme a perfeccionar al extranjero, especialmente en el tema del realismo, pero aun siento que me quedan cosas por hacer y que me atan.
¿Qué ves que sucede con las mujeres en la escena dramática nacional?
Están apareciendo las mujeres de teatro de verdad: actrices, dramaturgas y directoras que son artistas con mayúscula, las cuales se están apropiando de la fuerza que emana del teatro, que se están atreviendo más a ser creadoras y no sólo se contentan con ser las protagonistas de una creación ajena. Las mujeres estamos sacando la voz y en este camino nos estamos apoyando y acompañándonos mucho.