Despedir al mino en el aeropuerto: ¿buena idea?

Requetecontra duele. Y no sabes si fue buena idea darse el tremendo pique al aeropuerto sólo para volver con los ojos hinchados como papa de tanto llorar.

Ya me han tocado tres despedidas a pololos que se van de viaje sin fecha de retorno. Con final declarado, pero sin odio. Quieres que le vaya bien, que sea feliz, pero quisieras ir con él. O, en mi caso, quedarse juntos en este país (Chile) que odias tanto pero que en el fondo amas profundamente.

Incluso, cuando yo misma me las he emplumado con rumbo incierto, también me dan el filo con tiritones de pera entre las filas del check-in. A veces pienso que debería ahorrarme tanta teleserie, pero quizás es una enfermedad ese masoquismo de ir hasta el final. De ver que se va y no vuelve. (Pero siempre vuelve).

Lo primero es mamarse a la parentela del otro, que se supone ya no verás nunca más, por mucho que les prometas que sí irás a tomar té y queque a la casa de la abuela. Quieres a esa familia, pero si te funciona bien la cabeza, debieras cortar por lo sano y dejar de ver a los ex-cuñados, ex suegras y todo ex que se relacione con el ex que se sube al avión…