Girardi y su decisión de no desalojar: “Lo volvería a hacer cien veces”
El legislador manifestó su preocupación por lo que considera "un proceso de regresión autoritario" y aseguró que está dispuesto a mantener sus ideas.
Convencido de que la decisión de no desalojar por la fuerza el ex Congreso fue la correcta se mostró el senador Guido Girardi, presidente de la corporación, en la víspera de que se presente una censura en su contra por parte de representantes de la Alianza.
En declaraciones a Radio ADN, el Presidente del Senado manifestó que hay un conflicto de visiones con los personeros de la derecha, quienes buscan “establecer que, en Chile, la autoridad que tenemos que legitimar es la autoritaria, y han dejado aparentemente de creer que puede existir una autoridad que se funda en el diálogo, en la razón, en la persuasión“.
“Estamos en el germen de un proceso de regresión autoritaria muy compleja. En ese contexto (sucede) que un senador diga que vamos a privilegiar el diálogo y no la doctrina Labbé, no la doctrina de los boinas negras, no la doctrina de que aquí impera la razón de la fuerza y no la razón de los argumentos, y que las instituciones no se defienden a la fuerza”, continuó.
El parlamentario opositor señaló que “en Valparaíso tenemos una fuerza de Carabineros del Congreso, que están entrenados para decirle a la gente, primero, ‘por favor salga’, muy gentilmente. Pero todos sabemos que Fuerzas Especiales no está entrenada para ser gentiles“.
Girardi rememora que “cuando ellos (los manifestantes) estuvieron ahí conmigo, dejaron de actuar violentamente. De hecho, ellos se comprometieron a desalojar pacíficamente, a quedarse en la sala. De hecho, yo puse un cordón de carabineros del Congreso para que resguardaran la sala y sólo pudieran ir al baño, y no pudieran, por así decirlo, tomarse el resto del Congreso”.
“Lo que se me está cuestionando, en definitiva, es por no haber llamado a las Fuerzas Especiales. Yo quiero decir que es mucho más fácil, a veces, llamar a las Fuerzas Especiales que dialogar. Hay algunos que piensan que dialogar es una señal de debilidad, de renuncia. Yo digo que no, hay que tener los pantalones bien puestos para dialogar, es mucho más fácil llamar a la represión, y yo por lo menos no me iba a hacer responsable, y lo volvería a hacer cien veces“, sentenció el senador.
El legislador expresó que lo vivido por el ministro de Educación, Francisco Bulnes, fue injusto y violento, y finalizó diciendo que está dispuesto a asumir “el costo de hundirme con mis convicciones a cuestas o de salir adelante con ellas, pero nunca voy a usar el camino que usan las derechas en el mundo, que son las visiones de legitimar la represión“.
