Placeres Gourmet: Surtiendo la despensa
Esta semana haremos un alto en los datos para dedicarnos a hablar de lo indispensable y no tanto para tener en la despensa y así surtirnos de lo que nos falta para cocinar rico y con gracia. La idea es comprar una cosa a la vez, armar el stock de a poco y en la medida en que vayamos utilizando los productos.
Aceites: tengo aceite de oliva y de maravilla para cocinar, otro con albahaca para las ensaladas, uno al tartufo que siempre uso con papas asadas, de sésamo para lo oriental y de canola para lo thai y para freír. Y recién me llegó aceite de dendé para preparar moqueca, un plato bahiano extraordinario.
Arroz: todas las semanas cocino arroz, me encanta mezclarlo con distintos ingredientes, así que tengo arroz normal y basmatti que es muy aromático e ideal para acompañar un curry de pollo. También tengo tallarines de arroz para prepararlo con verduras salteadas al wok.
Chocolate: compro por kilo y trato de que sea con más de un 70% de cacao, bien amargo, ideal para un mousse. Pero también tengo cacao en polvo para mi famosa carlota de chocolate.
Especias: a parte del tomillo, orégano, romero que hay que tener sí o sí, cuando voy al supermercado o a una tienda gourmet compro las que me falten: sésamo negro o blanco que yo misma tuesto para que boten sus aceites, filetitos de ajo, eneldo, hinojo, estragón, mostaza, azafrán, cúrcuma, curry, comino, merquén, anís estrellado, cardamomo, kaffir…
Frutos secos: maní con miel para el aperitivo y maní con sal para el pad thai y comida tailandesa. Almendras tostadas para la tajine de pollo, limón confitado y olivas, y nueces acarameladas para mezclarlas en una ensalada verde. También tengo hojuelas de coco que tostadas quedan increíble encima de un arroz. Y por último castañas de cajú con o sin sal, para aperitivo o ensaladas.
Granos y cereales: tengo lentejas comunes y lentejas rojas que las preparo con curry y cúrcuma, ambas me gustan como acompañamiento de un buen pescado, en especial con albacora a la plancha, que queda exquisito. También tengo garbanzos porque me encanta preparar falafel con pasta de sésamo o tahine. Además de burgol para preparar tabulé, quinoa para un risotto y cous cous con berenjenas, zapallitos y pimientos asados o con pistachos. La infaltable polenta para hacerla grillada o con salsa de tomate y champiñones. Y por último avena para mezclarla con mantequilla, almendras y miel y formar una pasta grumosa que al horno y sobre manzanas queda deliciosa.
Manjar: tengo varios tipos de manjar: natural, con almendras, con lúcuma, granuloso o suave. Nada mejor que estar acostada viendo una película con el pote de manjar en una mano y una cuchara en la otra. Un panorama ideal.
Otros: azúcar rubia, blanca e impalpable y en lo posible miel y a la vista para que nos acordemos de ella y la mezclemos con pollo, soya y gengibre; harina común y para postres, crema, leche evaporada y condensada, callampas, tomates deshidratados (uso estos en invierno y son muchos más ricos), choritos en lata, jalea sin sabor y polvos de hornear.
Pastas: vivo con un amante de la comida italiana, así que siempre tengo pasta italiana en distintos formatos. Hace algunos meses conocí el risoni, que es una pasta chica como si fuera un grano de arroz que mezclado con tomates cherry, albahaca y boconcini de mozzarella es ideal como ensalada para acompañar una carne. Aunque no acostumbro a mencionar marcas, las pastas italianas Barilla son insuperables, aunque las chilenas Suazo no tienen nada que envidiarles, especialmente si son con sabores a merkén, hongos o albahaca.
Sal: estoy en una etapa de descubrimiento de distintos tipos de sal. Ya cuento con sal fina, de mar, de mina, fleur de sel con olivas y sal al carmènere, pero siento que me falta mucho. Se pueden prepara también en casa con distintas hierbas, cáscara de limón, pimienta, ajo…
Salsas y aderezos: distintos tipos de mostaza (dijon, con hierbas o picante) son ideales para una hamburguesa; o salsas de tomate, pesto, soya, kétchup con curry y natural, salsa barbecue, mayonesa, salsas picantes peruanas, agridulces y orientales como salsa de pescado, de ostras, tariyaki, tamarindo, mirin o salsa hosin. También tengo wasabi porque me encanta con el sushi y siempre encuentro que el que viene con el delivery se hace poco.
Té y café: nada como tener variedad de tés e infusiones donde poder elegir y café, siempre de máquina para el desayuno del fin de semana. Mi favorito es el Mussetti y el Lavazza, para un ristretto o espresso italiano como debe ser.
Vinagres: de vino con ají, de frambuesa o arándanos, jerez y balsámico. Es bueno tener opciones para aliñar de distintas maneras las ensaladas.
Tips: En la esquina de San Isidro con Bío Bío en pleno Persa de Franklin se instala una señora que vende tubos de vidrio con tapa rosca marca Pyrex, ideal para guardar las especias en una cocina donde no hay mucho espacio.