Los caballeros de la noche versus el alcalde de Providencia Cristián Labbé

“Nos encantaría que estos espacios puedan tener un pianista o grupos de tres músicos, pero la actual normativa permitiría funcionar a grandes bandas en estos locales, y a nosotros no nos gusta eso”. De esta manera,  el alcalde de Providencia, Cristián Labbé, describió a El Mercurio cómo son para él las noches ideales de diversión en su comuna.

Una declaración que responde al anuncio de que en Providencia no se renovará y se dejarán de entregar patentes de discotecas y salón de baile. Una respuesta a las denuncias de vecinos que reclaman por todo lo que ocurre en el entorno de estos centros nocturnos y que se traducirá en un programa de Tolerancia Cero. La noticia no cayó bien en el rubro afectado.

Uno de los sectores que tendría especial atención del municipio es el barrio Manuel Montt. Fred Carrillo, administrador de ‘El Bodeguero’ considera que la medida es “un tanto exagerada”, mientras que Sebastián Pérez, socio de otro pub  del sector, asegura  que “siempre hemos estado un poco presionados por el alcalde”.

“Me parece bien que tengas un grupo de jazz, un pianista, pero tampoco puedes tener otro tipo de manifestaciones artística. Yo no voy a poner una banda de metal, ni voy a hacer una tocata punky. Se entiende que es un bar, que la gente viene a conversar, no viene a bailar, pero siempre ha habido una mala interpretación del alcalde. Parece que no tiene mucho afín con la bohemia”, agregó Pérez.

Para el presidente de la Asociación Nacional de Empresarios Nocturnos, Turismo y Espectáculos (ANETUR), Fernando Borquez, las declaraciones del alcalde “son un poco acaloradas” y responden a una conducta reiterada de autoridades que llevan mucho tiempo en el cargo, tal como acontenció en Las Condes y en Vitacura.

“No se aplicó ni siquiera en el Barrio Suecia, cuando hubo muertos, y se va a aplicar ahora cuando unas señoras reclamaron por los ruidos molestos. Me parece una exageración a todas luces”, señaló.

El directivo fue más allá, agregando que “esto no es al gusto del alcalde. Él no puede erigirse como un pequeño rey que hace lo que se le antoja. Hay gente que invirtió bajo ciertas condiciones, que cumplió la norma del momento. Venir a cambiarla, no importando los millones (de pesos) que se han invertido, nos parece una medida demasiado extrema”.

Finalemente, Borquez le hizo un llamado a Labbé: “le pediría al alcalde que trabajaramos juntos en las externalidades negativas”, término que utilizó para referirse a las situaciones que tanto molestan a un grupo de vecinos de la comuna.