Italia y Francia contra la participación privada en mecanismo de rescate
El creciente nerviosismo de los mercados ha acrecentado las dudas de esos dos países a la participación privada, condición impuesta en su momento por Alemania para la implementación de la ayuda financiera ante la crisis.
Italia y Francia quieren impedir la participación de acreedores privados en el mecanismo permanente de rescate -ESM en sus siglas en inglés- que previsiblemente sustituirá al Fondo Europeo de Estabilidad Financiera (FEEF), según informa en su edición de mañana el diario alemán “Süddeutsche Zeitung”.
De acuerdo con ese rotativo, el creciente nerviosismo de los mercados ha acrecentado las dudas de esos dos países a la participación privada, condición impuesta en su momento por Alemania para la creación de ese mecanismo permanente destinado a reemplazar el FEEF, según lo previsto, a más tardar el 2013.
Otro rotativo alemán, “Die Welt”, apunta que Francia exige que se renegocie lo acordado entre los líderes de la zona euro el verano pasado ante la insistencia de la canciller Angela Merkel en la inclusión del sector privado -banca y aseguradoras, principalmente.
La raíz de las nuevas reticencias franco-italianas está en los crecientes intereses de los bonos del Estado de la zona euro, lo que lleva a los expertos a considerar que, tras el ejemplo del rescate griego, la banca privada tiende a evitar tales bonos.
“Süddeutsche Zeitung” habla de una “huelga compradora” por parte de los acreedores privados, como explicación al hecho de que ni Alemania lograra colocar esta semana la totalidad de su subasta de bonos a diez años.
En medios alemanes se afirma que la cuestión fue tema de debate en la minicumbre mantenida ayer entre Merkel, el presidente francés, Nicolas Sarkozy, y el primer ministro italiano, Mario Monti, en Estrasburgo.
El encuentro estuvo marcado por el reiterado rechazo de Merkel a los eurobonos y a ampliar el papel del Banco Central Europeo (BCE) para permitir la compra masiva de deuda de los países con problemas.
Esta posición enfrenta a la canciller con varios de sus socios, entre ellos Sarkozy, quien de entrada se opuso a la participación de los acreedores privados, cuestión a la que finalmente accedió presionado por Berlín.
Asimismo, “Die Welt” afirma que por parte de Berlín se insiste en la necesidad de acelerar la implementación del ESM para no prolongar el periodo de transición entre el actual paraguas de rescate y el permanente.