Harboe y lacrimógenas de Carabineros: “No es la institución la que define qué es secreto”
El diputado PPD y ex subsecretario de Interior afirma que la negativa de la insitución uniformada a entregar información respecto a la cantidad de bombas lacrimógenas usadas en las marchas y el valor de éstas se asemeja al escándalo del Puente Loncomilla, que terminó con la salida del ex ministro Jaime Ravinet que se aferró al secreto militar para no revelar datos de su construcción.
La negativa de Carabineros a entregar detalles respecto a la cantidad de bombas lacrimógenas utilizadas en las protestas de agosto y septiembre pasado, reabrió una arista que aún no se zanja en el Poder Legislativo: el amparo de la institución en el Código de Justicia Militar para denegar datos de interés público que son calificados como “secretos”.
Al respecto, el diputado PPD y ex subsecretario de Interior, Felipe Harboe, quien como miembro de la Comisión de Constitución de la Cámara Baja ha estado trabajando en realizar modificaciones a las atribuciones de la Justicia Militar, cree que la respuesta de Carabineros es errada, puesto que “está intentando evitar dando una información que, a juicio de ellos, puede ser considerada sensible”.
– ¿Es pertinente que Carabineros ocupe el Código de Justicia Militar para resguardarse?
– Creo que la Ley de Transparencia está en un proceso de instalación y la interpretación de la misma se está creando a través de Consejo para la Transparencia. Siempre las normas de transparencia pone en “aprietos” a las instituciones que son requeridas de información, sean organismos públicos, empresas públicas, uniformadas, hay falta de costumbre en esto. En consecuencia, Carabineros creo que está intentando evitar dando una información que a juicio de ellos puede ser considerada sensible, pero en todo caso cuando un organismo se niegue a dar información o la dé incompleta, el ciudadano podrá recurrir al Consejo para la Transparencia para solicitar la información y será el Consejo el que establecerá el dictamen de la naturaleza de la información y el alcance de la misma. No es la institución la que define si es secreta o no, sino el Consejo, que es un tercero imparcial y eso es una buena situación.
– ¿Qué pasa en el caso de las lacrimógenas? ¿Califica en eso?
– Cuando se pide la información en relación a las bombas lacrimógenas utilizadas y el costo de las mismas, no se está pidiendo individualizar cuántas se usaron por procedimiento ni cuál es el protocolo que utiliza, cosa que podría generar algún grado de complejidad, pero como se pide genéricamente no veo por qué se tiene que negar la información.
-¿En el caso del costo de las bombas tampoco aplica?
– Aquí no se está pidiendo individualizar, sino que se pide conocer cuánto está gastando Carabineros. Mi idea es que no debiera haber ningún problema. De hecho, cuando en su minuto se argumentó por ejemplo en el caso del puente mecano (que se adquirió para ser instalado sobre el Biobío), que eran razones de seguridad nacional para no entregar el costo. Fue el propio consejo de la Consejo para la Transparencia el que señaló en una sentencia que los ámbitos relativos de los costos de adquisición de ciertos bienes no constituye un elemento de riesgo para la seguridad nacional. En consecuencia, perfectamente aplicable sería dicho dictamen y no parecería correcto que se negara la información argumentando un peligro para la seguridad en su versión del orden publico
– ¿Usted cree que si Carabineros entrega esa información repercutirá en la seguridad del país?
– De acuerdo a mi experiencia no es una situación delicada. La forma en que se presentó el requerimiento es genérico. Si se hubiese preguntado cuándo se adquirió, a quién y cuántos se utilizan en promedio por procedimiento, eso sí podría haber significado algún grado mayor de complejidad que pudiera permitir inferir cuántas se utilizan en cada procedimiento y podría alentar a algún grupo determinado, pero no es el caso. No se justifica una respuesta de esa naturaleza, pero es parte del proceso de aprendizaje de la ley.