Placeres Gourmet: Temporadas de playa y productos del mar
Año nuevo y comienza la temporada de vacaciones. Con cuatro mil kilómetros de costa es imposible no pensar en playa, castillos de arena, olor a bronceador, caleta… y pescados y mariscos. Esta semana un dato en Maitencillo y dos recetas para sacarle partido al mar.
Oculto en entre el supermercado Yo amo Maitencillo y el restaurante La Caleta en el Pasaje La Caleta, frente a La Caleta (imposible perderse con estas indicaciones), se encuentra una puerta que lleva a la pescadería Donde Juanito, de Juan Fernández Vergara, quien lleva dos años con esta microempresa familiar.
Ahí convive la pesca del día entre grandes cubos de hielo para mantener todo bien frío. Machas, choritos chicos y grandes, piures, almejas, ostiones, reinetas, congrio, corvina, vieja, merluza, rolllizo, lenguado… y el distinguido bilagay.
Lo mejor es que en Donde Juanito te hacen el trabajo fácil. Filetear el pescado, limpiar y abrir los mariscos. Todo listo para llegar de la playa y preparar el almuerzo espectacular con los productos más frescos y de la mejor calidad.
Se pueden hacer pedidos al 032- 2771624. Los precios fluctúan entre los $1.000 por un kilo de choritos o almejas y $5.000 el kilo de lenguado.
Desde chica mi plato favorito son las machas a la parmesana. Encuentro que son insuperables, llenas de sabor y fáciles de hacer. Aquí va mi receta personal.
Disponer las conchas de las machas en una bandeja para el horno. Colocar las lenguas en cada una de las conchas. Y añadir en cada una de las lenguas, un cubo pequeño de mantequilla, una cucharadita de vino blanco, una cucharadita de crema, sal, pimienta y queso parmesano. Colocar en un horno precalentado y dejar hasta que las machas cambien a un color rosado y el queso se derrita. Servir de inmediato con una copa de vino blanco.
El chorito es el hermano pobre de los mariscos. En Chile se trata con desprecio, pero en otras partes del mundo es un lujo. Nunca olvidaré a mi amiga gallega Lucía devorándose desesperadamente unos mejillones. Debe haberse comido como 20. A mí me encanta comerlos al estilo belga: al vapor con papas fritas. Y con pasta son deliciosos.
Cocer la pasta según las instrucciones del envase. Aparte, en una sartén grande, freír en aceite de oliva dos cebollines cortados en trozos grandes, ajo a gusto y un tomate cortado en cubos. Añadir un kilo de mariscos, entre choritos y almejas, y mezclar durante un par de minutos. Agregar un chorro generoso de vino blanco, dejar que se evapore el alcohol y se abran los mariscos. Incorporar sal, pimienta, la pasta al dente y un puñado de perejil. Mezclar y servir de inmediato.