Loreto Fontaine defiende exclusión de “dictadura” en los currículos: “Apunta mostrar diferentes puntos de vista”
La coordinadora nacional de la Unidad de Currículum y Evaluación del Mineduc sostiene que el cambio de términos es "una invitación a pensar y a usar cualquier palabra, siempre que las ideas estén bien fundamentadas".
La polémica decisión del CNED de quitar de las bases curriculares la palabra “dictadura” ha provocado una serie de reacciones en todas las esferas del quehacer nacional, tanto de crítica como de defensa. Dentro de quienes defienden la medida, además del ministro de Educación, Harald Beyer, se encuentra una de sus promotoras, la coordinadora nacional de la Unidad de Currículum y Evaluación del Mineduc, Loreto Fontaine.
Para Fontaine, esta sustitución no es tan grave. “El cambio es de índole más general. No se refiere sólo a una palabra sino a enseñar a pensar”, señala, en la misma línea de lo indicado por el ministro Beyer.
La coordinadora nacional de la Unidad de Currículum y Evaluación sostuvo, en conversación con El Mostrador, que “se usó una palabra más general justamente porque el objetivo apunta a mostrar que puede haber diferentes puntos de vista y experiencias”, en referencia al gobierno de Augusto Pinochet.
Fontaine puntualiza que “las bases curriculares no son un listado de palabras permitidas o prohibidas sino una invitación a pensar y a usar cualquier palabra, siempre que las ideas estén bien fundamentadas”.
Para la coordinadora, los objetivos curriculares que están en discusión, además de pasar por un proceso de consulta al CNED, fueron sometidos mediante un sondeo online a más de 10 mil profesores, sin que hubiera objeciones respecto a la redacción. Según Loreto Fontaine, la forma en que este objetivo curricular está escrito es similar a “la forma que otros currículos abordan la historia reciente: desde la empatía y el reconocimiento de diferentes puntos de vista y con una mirada hacia lo que nos une, que es el consenso sobre el valor de la democracia”.
El texto que introduce el discutido cambio es éste: “Comparar diferentes visiones sobre el quiebre de la democracia en Chile, el régimen militar y el proceso de recuperación de la democracia a fines del siglo XX, considerando los distintos actores, experiencias y puntos de vista, y el consenso actual con respecto al valor de la democracia”.
El lineamiento ha recibido una serie de críticas, en base a los informes negativos que emitieron expertos asesores del CNED, quienes pusieron de relieve un intento por desestructurar la malla curricular, sobre todo para el tratamiento de los contenidos de historia, disminuyendo su complejidad, lo que está orientado sobre todo a optimizar los resultados del Simce..
Y así consta en las 7 páginas de observaciones que en ese minuto la entidad tuvo a la vista y que en uno de sus puntos advierte expresamente que la propuesta de enseñanza del Mineduc, entre otros acápites, “reduce la complejidad de objetivos de aprendizaje y “se focaliza más bien en lo normativo, a través de actitudes y virtudes cívicas, y no en la formación ciudadana”.
“Es un curriculum pensado en la instrucción, más que para prepararte para la complejidad de la vida. Mira al Simce y eso tiene un problema, porque la medición termina haciendo la política”, dice un experto del área y conocedor de la citada discusión, quien agrega que se trata de una visión que va muy en concordancia con el Centro de Estudios Públicos (CEP), que es de donde provienen tanto Loreto Fontaine como el recién asumido ministro Beyer.
“La propuesta tiene una visión bastante técnica… Está más ligada al contenido, y no al desarrollo de competencia que era un planteamiento de cambio de enfoque curricular, desarrollo de sujetos. No hay una visión de sujeto histórico clara”, afirma Zulema Serrano, académica del Departamento de Estudios Pedagógicos de la Universidad de Chile.