Ministro de Minería comprueba usos del cobre en limpieza de piscinas
El secretario de Estado dijo que los minerales de cobre aportados en cantidades pequeñas tienen la capacidad de destruir microorganismos presentes en el agua.
El ministro de Minería, Hernán de Solminihac, comprobó ‘in situ’ un sistema que utiliza propiedades bactericidas del cobre para limpiar el agua de las piscinas y que reduce el uso intensivo de cloro.
Para ello el secretario de Estado visitó la casa de la familia de Soledad Martínez, ubicada en Quinta Normal donde se puso en marcha una iniciativa busca combatir las bacterias y microorganismos que se desarrollan en las piscinas que tienden a ensuciarse con mucha facilidad, por las sustancias que desprenden las personas al sumergirse en el agua y por el polvo que circula en el aire.
“El agua de las piscinas requiere de un constante mantenimiento, en muchos casos mediante el uso intensivo de productos químicos como el cloro. Para evitar sus efectos en la salud, hoy hemos comprobado una solución que usa propiedades bactericidas del cobre para reemplazar el uso de cloro”, explicó De Solminihac.
La autoridad indicó que se trata de equipos purificadores de agua para piscinas con barras de cobre, los cuales a través de su proceso electrónico descarga minerales del metal rojo, lo que ayuda a prevenir la aparición de bacterias y microorganismos presentes en el agua.
“Las propiedades bactericidas del cobre pueden durar mucho más tiempo en el agua, manteniendo el agua constantemente desinfectada, algo que no ocurre con el cloro, el cual suele evaporarse luego de algunos días de aplicado”, señaló el secretario de Estado.
Informó que este tipo de purificadores permite ahorrar hasta un 90% en los productos químicos que normalmente se utilizan para el mantenimiento del agua.
Asimismo, explicó que este sistema consume muy poca energía (menos de 10 w) y sólo requiere permanecer encendido por ocho horas diarias.
Igualmente el ministro de Minería dijo que los minerales de cobre aportados en cantidades pequeñas tienen la capacidad de destruir los microorganismos presentes en el agua, permaneciendo activos durante meses.
“Hoy somos testigos privilegiados al ver como las propiedades bactericidas del cobre, reconocidas mundialmente, comienzan a utilizarse en áreas cotidianas de la gente, así como lo comprobamos en la ropa, en el calzado y en los peines, por ejemplo”, destacó Solminihac.
