El estricto y silencioso retiro de Rosende en el sur

Ha sido imposible sacarle una palabra. Desde que su nombre quedara registrado como la única autoridad política que será formalizada en mayo por el errático manejo de la alerta de tsunami , la noche del 27-F, el teléfono del ex ministro del Interior, Patricio Rosende, nunca más contestó.

Y, de paso, sus vacaciones en el sur se alargaron más de lo previsto. En la IX Región encontró un oportuno refugio para blindarse de los numerosos llamados que comenzó a recibir a partir del viernes 10, cuando se supo la noticia.

Entre los que no han logrado comunicarse con Rosende figuran Francisco Vidal y sus camaradas del PPD Carolina Tohá, Víctor Barrueto y Guido Guirardi, quienes lo han respaldado públicamente frente a uno de los primeros coletazos que tuvo la noticia de su formalización: la suspensión de su militancia, cuestión que resolverá el Tribunal Supremo del partido, probablemente la última semana de febrero.

Pero Rosende, quien sólo se comunica de vez en cuando con su ex jefe de gabinete Waldo Carrasco, tampoco ha atendido el llamado de quien era su jefe directo la noche del 27-F, el ex titular de Interior Edmundo Pérez Yoma.

Este último, también sumergido en el más estricto silencio, quiso solidarizar con su ex colaborador, pero no recibió respuesta.

Recién la próxima semana Patricio Rosende estará de vuelta en Santiago. Será la oportunidad para que se ponga al día con todos los pendientes, y cuente lo que muchos quieren saber: cómo ha sobrellevado la noticia de su formalización, quién asumirá su defensa, si le molesta ser el símbolo de una cacería en la que probablemente él no era el objetivo, si le importa perder la militancia del PPD, y si Michelle Bachelet se hizo presente de alguna manera durante estos días difíciles.