Periodista estadounidense cuenta “cómo ser detenido en Chile sin infringir la ley”
Un reportero del The Huffington Post narra su experiencia en una marcha en Santiago (en apoyo a Aysén) donde fue apresado por Carabineros cuando tomaba fotografías.
The Huffington Post publicó una nota titulada “Cómo ser detenido en Chile sin infringir la ley” del reportero Jason Suder, quien detalla la detención que sufrió por parte de Carabineros en una de las últimas marchas desarrolladas en Santiago en apoyo a Aysén.
La narración comienza con la caída de Chile al lugar 47 del índice de Libertad de Prensa 2011-2012 de Reporteros sin Fronteras. Con este antecedente Suder afirma que “una puntuación de deterioro no debería ser una sorpresa para un país en el que, simplemente, capturar evidencia de la brutalidad policial es causa suficiente para detener a un periodista. Me convertí en un ejemplo el jueves pasado (1 de marzo) cuando Fuerzas Especiales me detuvo por hacer eso, precisamente”.
A continuación, el periodista narra su experiencia con lujo de detalle: “Durante una manifestación en Santiago el jueves pasado para llamar la atención sobre la lucha de los habitantes de Aysén, una región pesquera en el sur de Chile, donde los precios del combustible, el deterioro de la infraestructura y la deficiente atención sanitaria, entre otras cosas, han dado lugar a huelgas masivas, bloqueos de carreteras y violentas protestas, un joven manifestante salió arrancando por el Parque Almagro”.
“Cuatro oficiales persiguieron a Juan Balcázar por vociferar el empujón que recibió una joven con un escudo antidisturbios. Como Balcázar tomó distancia de sus perseguidores, dos policías en motocicletas aceleraron por Mensía de Los Nidos y pusieron fin a la persecusión. Siguiéndolos de cerca, comencé a tomar fotos de la detención”, detalla Suder.
El relato prosigue, señalando que “uno de los agentes que lo detuvieron le apretó el bastón en el cuello, lo que provocó que el hermano del manifestante reaccionara contra la policía. Los funcionarios que lo rodeaban sacaron sus bastones de acero reforzados de madera para someter al joven de 24 años de edad”.
“No importa cómo comienza una protesta pacífica, las fuerzas especiales llegan en sus carros blindados y sus trajes Ninja Turtle (Tortugas Ninjas), responiendo a la violencia de los encapuchados. A medida que los jóvenes encapuchados lanzan piedras, la policía lanza gases lacrimógenos y atacan a los periodistas con chorros de agua, duchándolos con productos químicos. Al final de estos enfrentamientos semanales, los adolescentes andrajosos son golpeados y encerrados, un espacio público se destruye en el enfrentamiento entre los carabineros, la fuerza impenetrable de la policía militarizada que dejó la era Pinochet, y sus oponentes enmascarados”, explica.
“La seguridad pública debe ser garantizada, pero no hay un equilibrio para su ejecución. Siempre que la línea se encuentra entre el mantenimiento del orden y la opresión de la opinión pública, es evidente que los Carabineros – vestidos con armaduras antimotines, cubierto con cascos militares, armados con bastones, escudos antidisturbios, y un revólver a su lado – inclinan la balanza con su fuerza excesiva”, prosigue.
“Carabineros hace todo lo posible para evitar que haya evidencia de esto. Mientras capturé la brutalidad policial en la cámara, el Subteniente O. Sepúlveda F. trató de detenerme con una serie de fuertes empujones y golpes. Como no pude detenerme, se volvió para golpear mi cámara en mi cara, agarrar mis brazos, tirándome violentamente. Seguí tomando fotos, hasta que Sepúlveda me tiró en la parte trasera del carro policial con Juan Balcázar y su hermano”, detalló.
Sigue leyendo…