El Che de los Gays y ataque a Zamudio: “la clase política heterosexual no entiende que la diferencia sexual deber ser protegida”
"En el mundo del espectáculo, de la moda y de la farándula, también hay una responsabilidad de los propios homosexuales al ser los bufones de la sociedad. Yo no soy ningún bufón", afirma el conocido activista.
Ayer, cuando los manifestantes cruzaban la Alameda en dirección a la plaza Los Héroes, al comienzo de la concentración en apoyo de las demandas ciudadanas de Aysén que se realizó en Santiago, se escuchó un grito entre la multitud que hizo que un hombre con una boina se diera vuelta: “allá está el Che de los Gays”.
Víctor Hugo Robles (44) es periodista y se hizo nacionalmente conocido como el “Che de los Gays” luego de que una imagen del fotógrafo Javier Godoy quedara seleccionada en la exposición itinerante Chile en 100 miradas, en 2005, en la que Robles aparece con pañales blancos y personificando al Che Guevara, a un costado de una Moneda cercada por Fuerzas Especiales para la Marcha del Orgullo Lésbico Gay de ese año.
El Che de los Gays es activista homosexual, tiene cuenta en Twitter, renunció a la Iglesia Católica (“soy el primer apostata judicializado en al historia de Chile”) y ayer participaba de la manifestación por Aysén porque “el movimiento homosexual, lésbico y trans deben sumar sus esfuerzos a las transformaciones estructurales de la sociedad”.
Cuando supo que en El Dínamo queríamos conocer su opinión sobre el ataque a Daniel Zamudio, supuestamente por un grupo neonazi el fin de semana pasado, aceptó de inmediato conversar ya que, asegura, “son manifestaciones que tienen consistencia en el tiempo, no son aisladas. En los últimos años ha habido compañeras trans que han sido asesinadas brutalmente. Sin embargo, la prensa no ha mostrado mayor interés en esos casos”.
“El ataque a Daniel es una manifestación contundente, organizada al parecer, de los grupos reacionarios homofóbicos”, agrega.
¿Qué crees que se debería hacer para detener estas manifestaciones de intolerancia?
-Hay que insistir en la Ley Antidiscriminación, pero hay que mejorarla, porque se está discutiendo en el parlamento una iniciativa presentada por Ricardo Lagos el 2005 que poco a poco se ha sido cercenando.
Pero la presentan como el remedio contra la discriminación…
-Es un proyecto insuficiente que sólo busca sancionar la discriminación, no prevenir ni educar. Más allá de perseguir se deben hacer políticas públicas que la prevengan, porque esta gente de algún modo se educa y se forma. El pensamiento neonazi, fascista o discriminador se forma de niño, en el colegio, en la universidad, en la televisión, por nuestros líderes políticos…
¿También tienen responsabilidad los líderes políticos?
-Yo acuso directamente que existe cierta impunidad política. Por ejemplo, al presidente de Renovación Nacional (Carlos Larraín), que es uno de los grandes líderes de este gobierno, lo hago responsable de todas las discriminaciones y de todos los ataques homofóbicos y discriminadores como éste que ocurran de aquí en adelante. Él es el principal homofóbico de este gobierno.Y a los obispos católicos y evangélicos. Ellos promueven este tipo de actos con sus declaraciones intolerantes y homofóbicas.
¿Y qué pasa con los supuestos neonazis en el ataque a Zamudio?
-Lo que pasa es que no son sólo los neonazis; la sociedad se lava las manos con ellos. Si ves la televisión, el Festival de Viña, los diarios, o por ejemplo, en el Servicio Nacional de la Mujer, que es de gobierno, donde se apela al ‘maricón’ como el golpeador de la mujer, cuando yo valientamente me defino como maricón y no he golpeado a ninguna mujer. Entonces se trastocan ciertos términos, y lo que se hace es insistir en el homosexual como una categoría negativa.
¿Quiénes son, entonces, los responsables?
-El sistema político, todos los políticos, parlamentarios, el gobierno, es una clase política heterosexual que no ha entendido que las personas que tenemos una diferencia sexual debemos ser protegidas, valoradas. Así como se aprecia y aplaude lo heterosexual. Acuso al sistema opresor patriarcal dominante que impulsa y promueve la violencia, el ataque y el exterminio de la diferencia sexual. También la televisión juega un rol clave. Morandé con Compañía con un testaferro del pinochetismo, y un animador que es absolutamente homofóbico. Por otra parte, en el mundo del espectáculo, de la moda y de la farándula, también hay una responsabilidad de los propios homosexuales al ser los bufones de la sociedad. Yo no soy ningún bufón de la democracia ni de la sociedad.
¿Qué opinas del rol de los grupos organizados de defensa homosexual?
-La Fundación Iguales y el Movilh lo que buscan es integrarnos, homogenizar nuestra sexualidad y nuestra causa, siendo que cuando el movimiento homosexual surge, en las primeras protestas allá por el año 73, buscaba señalar las diferencias, decir que en este país no somos iguales. Si bien exigimos igualdad en derecho, en identidades, miradas, prácticas y luchas, yo no soy igual al homofóbico. ¿Por qué me van a obligar a mí a ser igual a un neonazi? La igualdad en Chile no existe.
¿Cómo evalúas las políticas del gobierno en este tema?
-Son oportunistas, lo que buscan es instalar una visión de un gobierno liberal y moderno, pero son puros cantos de sirena, son puras promesas incumplidas que buscan el voto de una cierta población homosexual de derecha que ahora está sacando la voz. Y curiosamente después de 20 años de Concertación, cuando aparecen los homosexuales de derecha, de clase alta, por primera vez se recibe a los homosexuales en La Moneda. Cuando aparecen los homosexuales que tienen dinero, se les escucha y a los homosexuales pobres, de izquierda, que llevamos 20 años en la lucha, jamás se nos recibió.