Greenpeace pidió al Gobierno cerrar la puerta a la energía nuclear en aniversario de Fukushima
Greenpeace solicitó al Gobierno “que se transparente la real agenda nuclear en Chile, a la luz de la evidencia de que los riesgos de este tipo de energía nunca han sido controlados".
Una puerta con un grupo de lobbystas pujando por entrar instaló esta mañana Greenpeace en la Plaza de la Ciudadanía, frente a La Moneda. Cada uno de ellos representó a las fuentes de energía más criticadas por sus efectos medioambientales y sociales: la nuclear, la termoeléctrica y la hidroeléctrica.
Matías Asún, director ejecutivo de Greenpeace, indicó que “el Gobierno lanzó la semana pasada la Estrategia Nacional Energética que pretende trazar un camino hasta el año 2030. Paralelamente, en Aysén desde hace más de 20 días que se produce un alzamiento social sin llegar a acuerdos, en la zona donde pretende llevarse a cabo Hidroaysén, uno de los proyectos más dañinos en lo ambiental e insustentables en lo social que se hayan realizado en Chile. Finalmente, tenemos la respuesta contundente de Tribunales a Castilla. Estos tres fenómenos nos hacen la pregunta de cuál es el futuro energético de Chile y coinciden con el triste aniversario de Fukushima”.
Asún recordó que “la industria nuclear del Japón, incluso en días previos al desastre, fue identificada por autoridades del país como un buen ejemplo para asegurar e impulsar la industria nuclear en Chile. Pero este supuesto referente terminó produciendo un desastre”.
La situación en Japón “tiene a un porcentaje minúsculo de los reactores nucleares en operación y es posible que incluso éstos dejen de funcionar en el breve plazo. Esto dejaría a Japón, ex líder en seguridad y energía nuclear libre de este modo de generación. No habrá capacidad de poner nuevamente en servicio los reactores restantes, pero, más importante aún, tampoco existen ya garantías de seguridad”.
A juicio de Asún, las lecciones que puede sacar Chile, son que “en Japón aún hay cientos de miles de personas que sufren los impactos del accidente nuclear y todavía no reciben apoyo económico y social para reconstruir sus vidas y sus comunidades. Peor sería en el caso de Chile, que simplemente no cuenta con los mínimos necesarios para el inicio de un programa de generación nuclear”.
Debido a ello, Greenpeace solicitó al Gobierno “que se transparente la real agenda nuclear en Chile, a la luz de la evidencia de que los riesgos de este tipo de energía nunca han sido controlados ¿Qué coherencia tiene decir que no se tomarán decisiones en este gobierno si se continúan desperdiciando recursos en el financiamiento de estudios?”
Greenpeace le solicitó al Gobierno, a través del presidente Piñera y del ministro de Energía, Rodrigo Álvarez, “que cierre aquí y ahora la puerta al desarrollo de esta tecnología. En el anuncio de la Estrategia Nacional de Energía apenas se congela, o más bien se deja en suspenso el tema por este gobierno. Como ciudadanos responsables le exigimos coherencia; que los recursos sean destinados al desarrollo e impulso de las energías limpias y seguras”.