Piñera plantea que discusión del aborto es “legitima y necesaria” pero aclaró estar en contra de su legalización
A través de una carta, desarrolló cuatro argumentos para explicar y justificar su postura, agregando que para un debate de estas características en el Congreso tiene que presentarse con bases solidas y documentos que acrediten las distintas visiones.
En carta publicada por diario El Mercurio, el Presidente Sebastián Piñera planteó su posición sobre la discución del aborto, la cual le parece “legítima y necesaria” pero declaró no estar de acuerdo con que su legalización.
En el escrito, Piñera desarrolló cuatro argumentos para explicar y justificar su postura, agregando que para un debate de estas características en el Congreso tiene que presentarse con bases solidas y documentos que acrediten las distintas visiones.
El primer argumento, explicó, es de carácter jurídico. “Nuestra Constitución Política asegura a todas las personas el derecho a la vida. Y tanto la Corte Suprema como el Tribunal Constitucional han fallado invariablemente que, de acuerdo a nuestro ordenamiento jurídico, el niño por nacer (nasciturus) es también una persona cuya vida debe ser protegida. Y por si esto fuera poco, la propia Constitución le encarga al legislador la adopción de las medidas necesarias para ‘proteger la vida del que está por nacer’”.
Sobre el segundo, lo calificó de orden práctico. “En la duda siempre es mejor optar por la vida. Porque aún si no tuviéramos la certeza respecto del tratamiento jurídico que ha de darse a una vida humana en gestación, lo correcto y sabio es asumir una posición humilde y optar por aquella que sea más favorable a la protección y desarrollo de la vida. Tratándose de cuestiones que involucran la vida y la dignidad humana, en consecuencia, más vale ser prudentes que proceder de manera apresurada”.
En esa línea, ahondó en que “la tercera razón es que no se trata de una decisión que competa solamente a la madre o a los padres del niño que está por nacer. Está involucrada también la vida de un ser nuevo, único, irrepetible y distinto a sus padres, que debe ser defendida con mayor fuerza, precisamente por su condición de plena inocencia e indefensión”.
Sobre el final, “la cuarta razón es de orden religioso. Como cristiano, creo en la vida como un don de Dios. Sólo El tiene el poder para dar la vida y quitarla. Por eso, soy partidario de proteger la vida y dignidad humana desde su concepción hasta la muerte natural. Y, por lo mismo, soy también contrario a la eutanasia y la pena de muerte”.