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22 de Marzo de 2012

Habla el padre de Daniel Zamudio: “En Chile tenemos una idiosincrasia, la del machismo”

Iván Zamudio, en un conmovedor relato, habla de la experiencia junto a su hijo en la Posta Central, agregando que "cuando tienes un hijo gay y lo quieres, dejas de ser machista".

Por Redacción
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El nombre de Daniel Zamudio saltó a la primera plana luego de ser encontrado gravemente herido tras recibir una golpiza por parte de un grupo de neonazis en el centro de Santiago.

Mientras Daniel permanece en condición grave en la Posta Central, diversas organizaciones sociales han reclamado por la ausencia de normas que castiguen más severamente los “crímenes de odio” y la discriminación por opción sexual.

El pronóstico de joven gay no es bueno. En ese marco, su padre, Iván Zamudio, reflexiona sobre …en conversación con The Clinic.

En la entrevista, Zamudio cuenta que enterarse de que su hijo era homosexual fue un golpe “porque estamos insertos en un mundo en que la mayoría son machistas -somos machistas“. Sin embargo, niega que lo rechazara por su condición.

“Yo no estoy ni ahí si al cabro me lo gritan y le dicen gay. Yo voy a decir: “qué te creis vos, conchetumadre, que me venís a tratar mal al cabro”. Si somos todos iguales“, agregó.

El hombre de 50 años considera que Chile es un país homofóbico. “Esta cuestión es larga: nosotros tenemos una idiosincrasia: la del machismo. Nosotros somos súper machistas. Nos duele, nos ponemos hueones si nos deja una mujer. Mientras no te pase nada, todos somos machistas. Mientras no tengas a tu hijo gay, eres machista. Pero cuando tienes un hijo gay y lo quieres, dejas de ser machista. Posiblemente eso me pasó a mí”, sostiene.

Sobre la evolución de Daniel, la entrevista da cuenta de la esperanza que existía al principio. “Hubo un momento en que Daniel -entre cuatro cinco días atrás- Daniel miraba, escuchaba a la mamá, focalizaba la mirada. Le contábamos cosas y él se reía: ponte tú que Ricky Martin le había mandado un mensaje. Y le daba risa a él. Le pedíamos que tuviera harta fuerza y él lloraba, daba una expresión de sufrimiento. Y ese sufrimiento para nosotros era rico, era bonito, era esperanzador. Pero este domingo que pasó: el sábado y domingo que pasó lo encontramos raro a Daniel. Estaba totalmente adormecido”, afirma.

Sin embargo, en la medida que pasa el tiempo su situación empeora: “Al otro día estaba con los ojos abiertos pero la mirada perdida. Entonces te entrai a preocupar, te entrai a desarmar, te ponis a llorar y empezai a echar chuchás contra estos compadres, contra los cabros, contra los hueones que le hicieron eso. Veía al Dani y pensaba: “perros desgraciados. Cómo estos desgraciados me dejaron así a Daniel”. Y, pucha, cuando al Dani le da el paro, ahí me fui a la chucha. Y cuando te vai a la chucha también recapacitai en tu momento de dolor porque queris la ayuda de Dios”.

Sobre quienes atacaron a su hijo, aclara que “yo no quiero venganza. Hay que estar limpiecito (…) La justicia se está haciendo cargo de eso, no yo. Yo no voy a tener el poder para ir y juzgar a un tipo de éstos”, dice.

Finalmente, el hombre señala que en el caso de un desenlace fatal, ya está resignado. “Ya hablé con toda mi familia. Les expliqué. Yo quería formar una esperanza en ellos, se lo trataba de transmitir a toda la gente pero llega a un momento en que ya pienso: no es mi responsabilidad. Ésa ya es otra carga”, concluye.

Lea el texto completo de la entrevista aquí.

 

 

 

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