Vargas Llosa por muerte de Daniel Zamudio: "Sólo una mínima parte de crímenes homofóbicos son conocidos"
El autor peruano espera que la muerte del joven sirva para visibilizar "la trágica condición de los gays, lesbianas y transexuales en los países latinoamericanos".
No cesan las reacciones ante el cruel asesinato del joven gay Daniel Zamudio, perpetrado el 3 de marzo en el parque San Borja por un grupo de neonazis. Ahora es el Premio Nobel de Literatura, Mario Vargas Llosa, quien se refiere al tema en una columna para el medio hispano El País.
Junto con hacer una reseña del caso, al que califica como “ hijo de la homofobia”, Vargas Llosa destaca las condenas a la discriminación y al odio a las minorías sexuales producto de este lamentable hecho, así como la aceleración del trámite del proyecto de ley antidiscriminación.
“Ojalá la inmolación de Daniel Zamudio sirva para sacar a la luz pública la trágica condición de los gays, lesbianas y transexuales en los países latinoamericanos, en los que, sin una sola excepción, son objeto de escarnio, represión, marginación, persecución y campañas de descrédito que, por lo general, cuentan con el apoyo desembozado y entusiasta del grueso de la opinión pública”, agrega el escritor.
Vargas Llosa continúa: “Lo más fácil y lo más hipócrita en este asunto es atribuir la muerte de Daniel Zamudio sólo a cuatro bellacos pobres diablos que se llaman neonazis sin probablemente saber siquiera qué es ni qué fue el nazismo. Ellos no son más que la avanzadilla más cruda y repelente de una cultura de antigua tradición que presenta al gay y a la lesbiana como enfermos o depravados que deben ser tenidos a una distancia preventiva de los seres normales porque corrompen al cuerpo social sano y lo inducen a pecar y a desintegrarse moral y físicamente en prácticas perversas y nefandas.
“Esta idea del homosexualismo se enseña en las escuelas, se contagia en el seno de las familias, se predica en los púlpitos, se difunde en los medios de comunicación, aparece en los discursos de políticos, en los programas de radio y televisión y en las comedias teatrales”.
“El gay es, siempre, “el otro”, el que nos niega, asusta y fascina al mismo tiempo, como la mirada de la cobra mortífera al pajarillo inocente”.
“En semejante contexto, lo sorprendente no es que se cometan abominaciones como el sacrificio de Daniel Zamudio” -escribe el autor peruano- “sino que éstas sean tan poco frecuentes. Aunque, tal vez, sería más justo decir tan poco conocidas, porque los crímenes derivados de la homofobia que se hacen públicos son seguramente sólo una mínima parte de los que en verdad se cometen. Y, en muchos casos, las propias familias de las víctimas prefieren echar un velo de silencio sobre ellos, para evitar el deshonor y la vergüenza”
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