Las disculpas de Boza: “No he pretendido nunca denostar a estudiantes y familias”
En un texto dirigido a sus ahora ex alumnos y sus padres, el conocido arquitecto sostiene: "si se han sentido insultados por la falta de delicadeza de mis palabras les pido perdón".
A través de una declaración pública, el arquitecto Cristián Boza, quien fuera despedido de la Universidad San Sebastián tras referirse a los alumnos de dicho plantel como carentes de “cultura” y “sofisticación”, expresó sus disculpas hacia los jóvenes y sus familias.
“Creo que ser hijo de un trabajador, camionero o cualquier otro oficio y estar en la Universidad, es un orgullo para los jóvenes y sus padres”, manifestó Boza en el texto.
“Creo que asumir la falta de cultura es un desafío y no un estigma. Que pertenecer a eso que los sociólogos denominan C2, C3 o cualquier otra calificación, es sinónimo de emprendimiento y superación“, añade el ahora ex Decano de la Facultad de Arquitectura y Arte de la USS.
El arquitecto plantea: “Si he ofendido a los jóvenes que batallan día a día por lograr sus objetivos les pido perdón; si sus padres se han sentido insultados por la falta de delicadeza de mis palabras les pido perdón. No he pretendido nunca denostar a estudiantes y familias que han hecho de la educación su mayor herramienta de cambio”.
Sin embargo, Boza plantea una crítica al sistema educacional al señalar que “la torpeza de mi expresión no puede ocultar el fondo del problema. La crisis de la educación en nuestro país, no es patrimonio de un sector. Es un tema nacional que la ciudadanía constata diariamente. El problema de la calidad de la educación no es una consigna callejera, ni un discurso político. Es un drama presente en todos los sectores y que se evidencia en la fragilidad de las bases de conocimiento de los estudiantes que ingresan a la educación superior”.
“El modelo educacional ha buscado más la memorización que el aprendizaje. Y más la réplica autómata de contenidos, que la comprensión integral de un concepto de sociedad. Esa misma liviandad imperante, es la que impide profundizar el debate. Y la misma que juzga en un par de páginas, la trayectoria de toda mi vida profesional“, alega el ex académico.
“Reitero mis excusas especialmente a mis alumnos”, escribe Boza. “Yo aprendí con ellos a modificar mis paradigmas sobre arquitectura y la forma de enseñarla. Lo que hoy se lee peyorativamente en mis palabras, ha sido parte de una escuela que permitió reformular miradas”, añade.
El arquitecto también formula un llamado a “los actores de la discusión nacional sobre educación“, de quienes espera que “recojan algo de esta polémica con altura de miras y la perspectivas de un debate que no puede obligar a los jóvenes a conformarse tan sólo con el acceso“.