El dirigente que dejó de comer para reclamar por la lenta reconstrucción de Talca

Las lluvias y el frío intenso de mayo a días de un tercer invierno tras el terremoto, el hecho de que le pidieran la vivienda que arrienda con otra familia por 100 mil pesos (50 mil cada una), el quinto hijo que viene en camino, la escasez de lucas, el trabajo inestable, los resfríos, la tos, las goteras, la certeza de que deberá pasar el próximo año un nuevo invierno en las mismas condiciones, en fin, el drama propio y el de sus compañeros del Comité de Vivienda N° 3 Altos Cordillera de Talca, que él dirige, llevaron a Patricio Landskron (34) a tomar la drástica decisión.

El domingo 3 de junio a las 10 de la noche se alimentó por última vez, subió un video a internet explicando sus razones y decidió formalmente iniciar una huelga de hambre a partir de las 00:00 hrs. del lunes 4.

No sabía mucho de eso. Después se enteró por la nutricionista que lo está monitoreando que hay que prepararse. Pero en la mente de Landskron los preparativos, los plazos y la paciencia, ya no tenían cabida.

15 de enero, 15 de febrero, 15 de marzo, 15 de abril, 15 de mayo… Así grafica cómo se fue postergando sistemáticamente la firma de la resolución ministerial para activar los recursos del subsidio habitacional que con trabajo había logrado adjudicarse junto a las otras 79 familias que integran su comité. ¿15 de junio? No. Ya no era posible seguir esperando.

Hasta el 27-F Landskron vivía con su mujer y sus hijos en la parte trasera de un minimarket que arrendaba en el balneario de Cartagena, en la Quinta Región.

No le iba mal. Pero el desastre lo dejó, de un día para otro, sin negocio. La falta de luz lo obligó a regalar toda su mercadería y a vender su vehículo para pagar deudas que todavía no salda completamente. Quebrado, aguantó poco más de un año hasta que decidió irse a Talca como allegado en la casa que arrienda su hermano.

En esa ciudad ha subsistido sin trabajo estable, realizando uno que otro emprendimiento como comerciante para salir del paso. Entre medio tuvo que salir de la casa de su hermano y conseguir un arriendo, y se inscribió en un comité de vivienda para familias damnificadas y “regulares” (aquellas que no califican formalmente como damnificadas según los criterios del Serviu), el que fracasó cuando la constructora y la EGIS (Entidad de Gestión Inmobiliaria Social) comprometidas abandonaron el proyecto.

Fue entonces cuando acudió al Serviu, donde el encargado de la reconstrucción, Gonzalo Vial, le sugirió que fusionara su grupo con el Comité N° 3 Altos Cordillera. El mismo al que hoy representa con su huelga de hambre.

Este grupo acoge a 80 familias (40 damnificadas y 40 regulares arrendatarias), que se supone recibirán departamentos de entre 56 y 57 metros cuadrados correspondientes a la tercera etapa del proyecto Altos del Estero que deberá edificar la constructora Salfa.

El problema es que la firma de la resolución para que se liberaran los recursos llegó, después de varios meses de espera, recién el lunes 4 de junio, cuando Landskron ya había iniciado la huelga, apoyado por unas cuarenta agrupaciones de las regiones Séptima y Octava, entre las que se encuentran el Movimiento Talca con Todos, la ONG SurMaule y el Movimiento Nacional por la Reconstrucción Justa (MNRJ).

Pese a que la demora en la firma de la mencionada resolución fue la demanda que gatilló la drástica decisión de Landskron, e independientemente de que ya está resuelta, este dirigente y sus representados tienen otras tres peticiones, cuya solución, en conjunto,  pondrían fin a su huelga.

Una es que se les comprometa una fecha exacta para el inicio de los trabajos de construcción, punto que este 6 de junio, a última hora, empezó a resolverse con la promesa del encargado del Serviu de Talca para la reconstrución, Gonzalo Vial, de que la edificación se iniciará el 27 de este mes.

Otro punto es que se les otorgue una solución de arriendo mientras dure la edificación del proyecto, la que tardará, según informa el Serviu de Talca, entre un año y un año y medio.

Finalmente, Landskron espera que el ministro de Vivienda y Urbanismo, Rodrigo Pérez Mackenna, reciba al Movimiento Nacional para la Reconstrucción Justa (MNRJ), al que pertenece su comité.

El objetivo: plantearle al secretario de Estado, en vivo y en directo, las numerosas deficiencias que, en su opinión, ha habido en el proceso de reconstrucción de las distintas ciudades afectadas por el terremoto, especialmente en Talca. Las mismas que lo han tenido a él y a miles de familias sometidos a una eterna y sufriente espera, y que este medio recogió en marzo, en el artículo “Reconstrucción en Talca: cómo las inmobiliarias han convertido el desastre en su mejor negocio”. 

Hasta este 6 de junio en la noche, Patricio Landskron estaba en condiciones de salud estables para una persona que sólo está consumiendo líquidos y las organizaciones que lo apoyan se estaban movilizando para trasladarlo este 7 de junio desde su domicilio a una sede donde pueda estar más cómodo y donde el monitoreo de su huelga, a cargo de un médico de la Confusam, de un médico particular y de una nutricionista del consultorio Carlos Cruz de Talca pueda ser transparente para la opinión pública.

En la siguiente entrevista, este dirigente repasa las circunstancias que lo llevaron a iniciar la huelga de hambre, que a las 00:00 Hrs. de este 7 de junio empezó su cuarto día.

“En regiones los mandos medios están dejando la escoba”

¿Cómo llegaste a este punto?

-Nos dimos cuenta de que el Serviu envió información a Santiago de sólo dos de los tres comités de Altos Cordillera para pedir la priorización de recursos y la resolución definitiva para construir el proyecto, por lo tanto los documentos sólo los tendrían los grupos 1 y 2. Mientras tanto, la constructora nos advertía que no iba a partir si no estaban los tres grupos con los recursos autorizados. Preguntábamos en el Serviu y nos decían que pronto llegarían, que estaban pedidos. Hasta que solicité un documento y me dicen que en realidad no los habían pedido y que los iban a pedir. Así que tomamos la decisión de partir a Santiago, a la Oficina de Información, Reclamos y Sugerencias del Minvu, y poner un reclamo oficial.

¿Qué obtuvieron con esa gestión?

-Tuvimos que ir a Santiago para lograr que nos recibiera en Talca, el Seremi de Vivienda y Urbanismo del Maule. Él, junto con su equipo, nos apoyó en la medida de sus posibilidades. Pero el viernes 1 de junio se cumplió el último de todos los plazos que habíamos acordado y en una reunión, un representante del Serviu nos comunicó que la resolución nuevamente no estaba lista, que a lo mejor en dos semanas.

¿Cuál fue tu reacción?

-Me pareció que era una burla. Además, durante el fin de semana desalojaron de las viviendas donde estaban parando a miembros de mi comité. Los dejaron en la calle. Eso, además de los matrimonios que por vivir hacinados con otras familias se han separado. Tenemos el caso de una socia a la que se le murió su hijo, el de un adulto mayor al que se le estuvo lloviendo la casa el fin de semana. Otros viven en patios y también se mojaron. Es gente que no tiene para pagar arriendos. Son muchos los temas, en realidad. Por eso decidí comenzar la huelga el mismo domingo en la noche.

Preguntamos al Serviu por tu situación y la directora, Clarisa Ayala, nos informó que el proyecto hoy está en “las mejores condiciones de iniciar sus faenas”, pues cuenta con las resoluciones que asignan los subsidios, incluida la que faltaba, la Nº 4485 del 4 de junio de 2012.

-Es que casualmente el lunes 4 de junio llegó un subprefecto de Carabineros de Talca a mi domicilio, con el mensaje del Serviu de que la resolución estaba en camino desde Santiago. Esa es la mayor prueba de que cuando empecé la huelga empezaron a apurar el trámite. Se está haciendo en dos días lo mismo que se pudo hacer mucho antes. Todavía no entiendo, ¿tenemos que llegar a esto para que sucedan las cosas? Si el viernes 2 de junio me hubieran dicho que el lunes llegaba la resolución, no hubiera hecho esto.

¿Cuáles son ahora tus condiciones para deponer la huelga?

-La primera, que era la resolución, está lista. En segundo lugar, necesitamos un compromiso escrito y formal en la fecha para empezar a construir. Que no jueguen con la necesidad y la ilusión de la gente, dándoles plazos que no se cumplen. Debiera ser más expedita la información.

La tercera demanda es una solución de arriendo, mientras concluye el proyecto. Si bien es cierto no existen subsidios de arriendo para personas que no sean de aldeas, ello no quiere decir que los demás no estén sufriendo los mismos embates. El hecho de que haya gente “regular” en este proyecto no quiere decir que no sean damnificados del terremoto, porque si lo vemos desde otro punto de vista, en un año la gente regular tendría que haber tenido ya su casa. Y el terremoto los perjudicó, porque hubo que darle prioridad a los damnificados. Entonces, ¿no son también damnificados del terremoto? Las personas regulares y las damnificadas tienen los mismos derechos, porque es a causa del terremoto que se está suscitando este problema.

¿Era necesaria una medida tan drástica?

-Para mí sí, porque además la gente del comité se iba a tomar el terreno donde supuestamente van a construir los departamentos y al hacerlo había que formar otra aldea, otro campamento para ser escuchados, y no es laidea. Yo no podía permitir que padres e hijos se fueran a vivir en carpa mientras conseguían mediaguas. Se iban a resfriar y a mojar. Entonces pensé que no podía permitirlo.Yo, personalmente, prefiero sacrificarme y opté por esta huelga de hambre para poder hacer algo por ellos.Y ha dado resultados. Estoy luchando por una causa justa más allá de mi comité, por todas las personas que hasta el momento no han sido escuchadas.

¿Y la cuarta demanda?

-Es una petición bastante simple a la vista de cualquiera. Queremos que el Ministro de Vivienda nos reciba como Movimiento Nacional para la Reconstrucción Justa. Personalmente se lo estoy pidiendo (al ministro), para poder entregarle documentos y denuncias sobre cómo está actuando el Serviu en regiones. Porque el Presidente dice que se están entregando x cantidad de beneficios, y creemos que no tiene idea de que en regiones los mandos medios están dejando la escoba. Él a lo mejor tiene las buenas intenciones de apoyar al país, pero lamentablemente no hay control ni fiscalización de lo que está pasando en regiones. Se está ocultando información. Personalmente he visto evidencias graves de eso y quiero exponérselas

¿Todas estas peticiones son irrenunciables?

-La cuarta (reunirnos con el ministro) es en honor a todos los damnificados de Chile. Pienso que el ministro debiera recibirnos. Sería desleal de mi parte darme por satisfecho con los recursos y dejar al Movimiento Nacional por la Reconstrucción Justa tirado. Ellos me dicen, en todo caso, que deponga la huelga, que no sacrifique mi salud por nadie, que piense en mi familia e hijos, pero esto está dando resultados y necesito seguir (se quiebra) a pesar de que esto me tiene super mal emocionalmente.

Ni siquiera tuve tiempo de pensarlo, simplemente lo hice. Me da pena por mi mamá, que me llama y sufre, pero necesito dignidad para mis hijos, no quiero que pasen por lo que yo estoy pasando. Yo tenía una buena situación, y cierto ego por no haber tenido que pedir nunca nada. Para mí es super fuerte tener que llegar a este punto, y que mis amigos de San Antonio y Cartagena, al verme en estas condiciones, me llamen y me digan: “Oye, Pato, te estai cagando de hambre, qué estai haciendo ahí”.

¿Te arrepientes?

-No, porque sé que estoy consiguiendo cosas. Estaba cansado de llegar a la casa y llorar todos los días, ver que pasábamos humillaciones, que no teníamos para cuándo recibir la casa que nos habían prometido tantas veces. A veces pienso que si hubiera hecho esto en febrero nos hubiéramos evitado el próximo año un nuevo invierno así.