Informe apunta a pérdida del control del CASA por 'factor contextual meteorológico'
La Junta Investigadora de Accidentes (JIA) entregó este jueves un resumen de las conclusiones que arrojó el informe pericial elaborado por dicha repartición, para determinar la causa más probable del accidente del CASA 212 en el archipiélago de Juan Fernández, en septiembre pasado.
La Junta Investigadora de Accidentes (JIA) entregó este jueves un resumen de las conclusiones que arrojó el informe pericial elaborado por dicha repartición, para determinar la causa más probable del accidente del CASA 212 en el archipiélago de Juan Fernández, en septiembre pasado.
El organismo técnico, representado por su superior jerárquico, el comandante del Comando de Combate de la FACh, general Juan Soto, estableció que la causa más probable del accidente era “la pérdida del control de la aeronave, producto del factor contextual meteorológico, situación que se volvió irrecuperable dada la baja altura de vuelo”.
Como contexto meteorológico, la JIA estableció que se trataba del fenómeno conocido como “cizalle horizontal y vertical, originado por fuertes vientos que provenían desde el Oeste – Suroeste, con grandes cambios en intensidad y dirección, arrachados, con presencia de inestabilidad post frontal, con desplazamientos verticales significativos de masas de aire, y con turbulencia eventualmente fuerte”.
A lo anterior se sumó “el efecto aerodinámico que se ejercía en las masas de aire que circulaban a través de la Isla Santa Clara, la que generaba en el lugar del accidente, torbellinos contiguos contra-rotatorios a baja altura, con presencia de corrientes de aire ascendentes y descendentes de manera alternativa en distancias muy pequeñas y de gran inestabilidad”.
FACTORES CONTRIBUYENTES
Asimismo, la JIA sostuvo que además de la causa directa más probable, influyeron otros factores, que si bien no son la causa directa del accidente, contribuyeron a su ocurrencia.
Entre esos factores contribuyentes se mencionó en primer lugar que el vuelo se efectuara “a baja altura por motivos indeterminados”, lo que dejó a la nave expuesta a un área inestable de viento y cizalle reinantes a sotavento en la Isla Santa Clara.
El segundo fue que en las publicaciones aeronáuticas referidas al lugar no hubiera altitudes mínimas, ni zonas restringidas o peligrosas para el sobrevuelo en torno al aeródromo Robinson Crusoe y sus alrededores.
Asimismo, se estableció como tercero que no hubiese “un servicio de información que entregue a las aeronaves las condiciones meteorológicas reinantes en tiempo real de lo que está ocurriendo en la pista y en las inmediaciones del aeródromo”.
La información meteorológica disponible para las aeronaves que arriban en la isla, es la del pueblo San Juan Bautista, a 10 km de la pista, y se complementó con información de viento en la pista. Lo anterior, debido a la categoría aeronáutica que tiene el aeródromo de la isla.
En cuarto lugar, contribuyó al accidente que cuando el avión arribó a la isla, las condiciones meteorológicas en el aeródromo Robinson Crusoe y sus alrededores, específicamente en cuanto a las intensidades de vientos y la presencia de células abiertas, habían variado producto de la inestabilidad reinante y no concordaba con la que les fue informada a la tripulación para el inicio del vuelo.
ELEMENTOS DESCARTADOS
El informe descartó problemas con la aeronave, ya que se estableció que se encontraba en condición aeronavegable, y con sus sistemas funcionado.
Asimismo, también se descartó que el combustible tuviese incidencia, puesto que al momento del accidente, el avión se encontraba con un peso y centro de gravedad dentro de los límites establecidos por el fabricante, con combustible suficiente para volar hasta 1 hora 35 minutos adicionales.
También se despejó que algún detalle en la capacitación de los pilotos del CASA 212 pudiese haber influido en el desenlace, ya que se estableció que la tripulación se encontraba debidamente habilitada y entrenada para operar la aeronave.
Asimismo, se estableció que el vuelo sobre 10.000 pies no representó problema fisiológico en la tripulación, por cuanto contaban con sistema de oxígeno operativo a bordo. Además, el vuelo continuó por más de una hora bajo 10.000 pies hasta llegar a la isla.
Asimismo, la JIA afirmó que nunca determinó que hubo un “error en la información meteorológica”.