PNUD afirma que el 78% de los chilenos se declara muy feliz: ¿Estás de acuerdo?
En términos generales, se concluye que ha aumentado la satisfacción de los chilenos con sus vidas personales (77% se siente muy satisfecho y satisfecho), pero al mismo tiempo se ha incrementado el malestar de las personas con la sociedad y desconfían cada vez más de las instituciones (sólo un 20% tiene mucha y bastante confianza en las instituciones).
El Informe sobre Desarrollo Humano de Chile 2012, “Bienestar Subjetivo: el desafío de repensar el desarrollo”, fue entregado hoy al Presidente Sebastián Piñera por parte del Coordinador Residente del Sistema de Naciones Unidas en Chile, Antonio Molpeceres.
El documento es parte del convenio entre el Gobierno y el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), cuyo tema central para este año es la felicidad, que se incorporó a expresa petición del Jefe de Estado.
En términos generales, se concluye que ha aumentado la satisfacción de los chilenos con sus vidas personales (77% se siente muy satisfecho y satisfecho), pero al mismo tiempo se ha incrementado el malestar de las personas con la sociedad y desconfían cada vez más de las instituciones (sólo un 20% tiene mucha y bastante confianza en las instituciones).
Al referirse al tema el jefe del Estado explicó que al ver la realidad chilena, uno “nota que hay una cierta paradoja. Uno ve, y los estudios lo muestran, que hay una gran satisfacción, en general, con la vida personal, pero hay una creciente insatisfacción con la vida en sociedad. Sabemos que la calidad de vida tiene que ver con ambos componentes”.
Asimismo, agregó que “lo que este estudio refleja, lo que la realidad muestra y lo que los medios de comunicación nos ilustran todos los días, es que estamos en una situación de una disociación o divorcio entre lo que es la satisfacción personal, subjetiva, con su vida personal, y la satisfacción también subjetiva, con la vida en sociedad. Ese es un desafío que la sociedad chilena no puede eludir, sino que tiene que enfrentar, porque eso es, en cierta forma, lo que nos han dicho los ciudadanos durante los últimos tiempos, y no me refiero solamente a los últimos dos años, ésta es una señal que viene emergiendo de la sociedad desde mediados de la década de los 90”.
El mandatario destacó que “tal vez no le hemos prestado suficiente atención y llegó el momento de prestarle esa atención, porque los que tenemos la responsabilidad de dirigir el Estado y conducir las políticas públicas, tenemos un solo norte, que es interpretar correctamente las señales, los signos de las personas y de los tiempos, para adecuar las políticas públicas a satisfacer esas necesidades”.
Por lo mismo dijo, “una de las líneas que estamos siguiendo en nuestro Gobierno es tratar de ver cómo las políticas públicas pueden potenciar, ampliar y fortalecer esas capacidades para entregarles instrumentos a las personas, para que ellos vean los caminos hacia esos niveles superiores de satisfacción personal. Como lo menciona el informe de bienestar subjetivo, a lo cual estamos apuntando, de alguna forma, es a la calidad de vida o a la felicidad”, finalizó el Presidente Piñera.
LOS DATOS DEL INFORME
Según el último Índice de Desarrollo Humano, que incorpora los progresos en educación, salud e ingresos, nuestro país es el primero de América Latina, donde más del 60% cree muy posible y algo posible que Chile sea un país desarrollado de aquí a 10 años.
Asimismo, el 52,7% de los chilenos se declara bastante feliz y el 26,2% muy feliz. En la escala de satisfacción vital, donde 1 es completamente insatisfecho y 10 es totalmente satisfecho, el 67% se posiciona entre los valores 7 y 10 de la escala.
Los resultados a nivel comparado ubican a Chile en el lugar 52 entre 148 países, en la Escala de Felicidad General (Encuesta Mundial Gallup 2008-2011), mientras que respecto al bienestar subjetivo individual, Chile ocupa una posición medio alta en la escala de satisfacción con la vida, esto es, el lugar 36 en una muestra de 99 países.
El Informe reveló que los chilenas y chilenos están cada vez más satisfechos con sus vidas, pero críticos con la sociedad.
El estudio plantea que hoy Chile está llamado a rediscutir los fines del desarrollo desde la subjetividad de las personas, es decir, desde la manera en que estas piensan, sienten y desde la evaluación que ellas hacen de sus vidas y de la sociedad en que viven.
Por su parte el representante residente del PNUD en Chile, Antonio Molpeceres, sostuvo que “este Informe constituye un aporte valioso para debatir sobre el presente y el futuro de Chile y entrega pistas relevantes para el debate internacional sobre los fines del desarrollo”.
Las diversas estadísticas analizadas en el estudio, muestran que, en general, los chilenos y chilenas están satisfechos con sus vidas. La mayoría considera que hoy su vida es mucho mejor que hace diez años (55%), y el promedio de satisfacción con la vida, en una escala de 1 a 10, es de 7,3.
Sin embargo, está desigualmente distribuida: mientras el 90% de las personas del grupo ABC1 se encuentran muy satisfechas con sus vidas, el 56% del grupo E declara lo mismo. Mirado en el tiempo, la satisfacción aumenta: mientras en 1995 un 58% de la población se declaraba muy satisfecha o satisfecha, hoy el 77% declara lo mismo.
Según el informe, en contraste, la percepción de la sociedad es más bien negativa, y en el largo plazo ha venido empeorando. La ciudadanía evalúa con una nota promedio de 4,1 a las oportunidades que el país entrega a las personas, y en ciertos ámbitos, como seguridad humana y participación, Chile obtiene nota roja.
CONFIANZA EN LAS INSTITUCIONES
La confianza en las instituciones se ha ido deteriorando. Mientras en 1995 un 30% confiaba en las instituciones, hoy solo lo hace un 20%. En síntesis, “satisfechos consigo mismos pero críticos con la sociedad”: esa parece ser la realidad de la subjetividad en Chile, mirada en el largo plazo.
El informe entrega evidencia que permite entender esta situación aparentemente contradictoria.
“Las personas no utilizan los mismos criterios para evaluar su vida y para evaluar a la sociedad, por lo que es perfectamente posible que la satisfacción con la vida individual coexista con el malestar con la sociedad. Por esto, el Informe hace un llamado a que el debate público se aleje de interpretaciones parciales. No se debe desestimar el malestar con la sociedad ni tampoco la satisfacción de la gente con sus vidas”, señaló por su parte el coordinador del informe, Pablo González.