4 Momentos inolvidables de Raquel Correa

 

1.-  En 1973 escribe y publica en la revista VEA, la cual dirigía,  una carta en donde se hacía una ácida crítica al gobierno de Pinochet, firmando como Teresa Infante. Rápidamente el gobierno se manifiesta y la periodista y directora de la revista es llamada al edificio Diego Portales, actual GAM, donde los censores revisaban los originales, y es obligada a revelar la procedencia de la carta, a lo que se niega. En 1975 Vea cambia de línea editorial y la directora se niega a continuar bajo esas condiciones en la revista que la acogió por 15 años.

2.-Ese mismo año se cambia Televisión Nacional para realizar  entrevistas a personajes controversiales de la época. Hasta que en un encuentro el día del aniversario del golpe militar, el dirigente de pequeños empresarios, Rafael Cumsille, alegó abiertamente contra el ministro de Hacienda, Sergio de Castro, situación que se volvió incontrolable para la periodista. Esa fue la última entrevista que realizó en el canal nacional, y el inicio de un período en el que se le cerró una puerta tras otra.

3.- Finalizando  el régimen militar Canal 13 emite su programa “De cara al país”, donde comienzan a aparecer en televisión los políticos que apoyaban la opción “NO” en el plebiscito. Raquel forma parte del grupo de panelistas y le toca entrevistar al entonces personero de la oposición Ricardo Lagos. Fue entonces cuando se produjo el conocido episodio en el que el posterior presidente haría su famosa intervención desafiando a Pinochet y emergería su dedo índice como símbolo del atrevimiento. “Excúseme Raquel, estoy hablando por 15 años de silencio” le repetía Lagos cada vez que la periodista trataba de moderarlo.

4.-Con su espacio televisivo ya consolidado en canal 13, “la Entrevista de Raquel Correa” pasó cuanto personaje marcaba la noticia de la época durante los años 90, desde el Chino Ríos hasta el “Mamo” Contreras. El tenista, declaró que se sintió cómo, como  “hablando con una tía”. Parte el ex jefe de la Dina, que solía interrumpir a sus entrevistadores y levantar la voz, se portó como un entrevistado razonable y hasta le agradeció la invitación.