Oceana destaca nuevas normas ambientales en la Ley de Pesca

La organización de conservación marina Oceana destacó las nuevas normas destinadas a proteger el medioambiente marino en la reforma a la Ley de Pesca chilena que acaba de terminar su tramitación en el Congreso Nacional, con su aprobación en la Sala del Senado.

En particular, la organización destacó la prohibición de realizar pesca de arrastre de fondo sobre ecosistemas marinos vulnerables, incluyendo el cierre de todos los montes submarinos; la instauración de un sistema para definir las cuotas globales de pesca en base a recomendaciones científicas, y la obligación de implementar planes para reducir la pesca incidental y el descarte de especies al mar. Estas medidas habían sido impulsadas fuertemente por la propia organización en los últimos años.

“Celebramos que la nueva Ley incluya herramientas que permitirán un mejor manejo de la pesca para que sea sustentable. Pero lo más importante es que, a partir de este largo debate, hemos entendido como país que la recuperación de las pesquerías sobrexplotadas es la gran misión que tenemos por delante”, dijo el director ejecutivo de Oceana, Alex Muñoz.

Ya el año 2009 cinco senadores de distintas bancadas, liderados por Antonio Horvath, presentaron al Congreso un proyecto de Ley que Oceana había propuesto para proteger los ecosistemas marinos vulnerables de la pesca de arrastre de fondo, incluyendo todos los montes submarinos. Este año ese proyecto de ley pasó a formar parte de la gran reforma a la ley de pesca que se tramitó en el Congreso durante más de un año. La organización recalcó que se trata de la limitación más fuerte que ha tenido la pesca de arrastre en Chile.

Asimismo, Oceana valoró la aprobación del nuevo mecanismo para determinar las cuotas globales de pesca en base a recomendaciones científicas, y no a intereses económicos como ocurre hoy. Esta medida había sido planteada por Oceana el año 2010 al entonces Ministro Juan Andrés Fontaine y luego al Ministro Pablo Longueira, junto al informe que demostraba que la asignación de cuotas globales para la merluza de cola, el jurel y la anchoveta durante los 10 últimos años había excedido en un 193%, 87% y 78%, respectivamente, las recomendaciones que había hecho el Instituto de Fomento Pesquero en base a la disponibilidad de los recursos.

“Siempre quedan cosas por hacer. Junto con valorar enormemente los avances logrados, ahora debemos trabajar con los distintos actores y, especialmente con un Estado fuerte que los fiscalice, para que las pesquerías puedan salir del estado de sobreexplotación en que se encuentran, y se beneficie a las comunidades costeras donde están los pescadores artesanales”, finalizó Muñoz.