Agencia Espacial Europea sueña con base habitable en la Luna
Equipo de arquitectos ha esbozado una estructura celular con protección contra la radiación espacial y micrometeoritos que incorpora un refugio presurizado para astronautas, detalló la ESA.
La Agencia Espacial Europea (ESA) sueña con la posibilidad de generar bases en la Luna con impresoras en tres dimensiones (3D) e investiga su posible desarrollo con una firma especializada de arquitectos.
“La tecnología de impresión terrestre en 3D ha producido estructuras enteras” y “nuestro equipo industrial investiga si se puede emplear algo similar para construir un hábitat lunar”, explicó hoy en un comunicado el jefe de ese proyecto de la ESA, Laurent Pambaguian.
Para avanzar en esa dirección, la Agencia Espacial Europea se ha asociado con el despacho de arquitectos Fosters + Partners para “comprobar la viabilidad de la impresión en 3D en suelo lunar”, informó la ESA.
Ese equipo de arquitectos ha esbozado una estructura celular con protección contra la radiación espacial y micrometeoritos que incorpora un refugio presurizado para astronautas, detalló la ESA.
Para ello, se ha imaginado una impresión alimentada con 1,5 toneladas de materiales que se encontrarían en la superficie lunar.
“La impresión en 3D ofrece medios potenciales para facilitar el asentamiento lunar con una logística reducida desde la Tierra”, apuntó Scott Hovland, miembro del equipo de la ESA de vuelos tripulados.
Las nuevas posibilidades que abre ese trabajo “pueden ser consideradas por las agencias espaciales internacionales como parte de la actual estrategia común de exploración”, agregó la ESA.
Se trata de una iniciativa que se inspira en ensayos terrestres en lugares con climas extremos, donde se pueden “explotar los beneficios medioambientales de usar materiales sostenibles”, indicó Xavier De Kestelier, especialista en modelado de Foster + Partners.
“Nuestra vivienda lunar sigue una lógica similar”, concluyó.
Las impresoras en tres dimensiones, que imprimen capa por capa, ya se utilizan para crear esculturas y en la actualidad se trabaja sobre arrecifes de coral artificiales para proteger las playas del azote de las olas.
Existen impresoras con una variada gama de inyectores que permiten pulverizar una solución imprimible en una superficie arenosa de seis metros que podría asemejarse a la superficie lunar.
“Primero tenemos que mezclar el material lunar simulado con óxido de magnesio. Esto se convierte en un ‘papel’ en el que podemos imprimir”, explicó Enrico Dini, fundador de Monolite, compañía británica especializada en ese tipo de tecnología.
Después, se aplica a la “tinta estructural” un tipo de sal que convierte el material en un sólido similar a una piedra.
“Nuestras impresoras actuales tienen un ritmo medio de 2 metros por hora, mientras que la siguiente generación alcanzará los 3,5 metros a la hora, lo que permitiría completar un edificio entero en una semana”, dijo Dini.