Tensión en Punta Arenas por licitación de ex centro de detención y tortura
En una breve reunión el intendente de la región, Mauricio Peña y Lillo, dijo que no estaba de acuerdo con la existencia de museos que provocaban divisiones en la ciudadanía y que permanecieran “abiertas las heridas”, lo que fue replicado por el alcalde y las organizaciones de derechos humanos.
Un breve encuentro entre el intendente Mauricio Peña y Lillo, el alcalde de Punta Arenas, Emilio Boccazzi, y representantes de organizaciones de derechos humanos, concluyó ayer con la molestia de los involucrados al tratarse el tema de la licitación de una casa ubicada en la Avenida Colón de esa ciudad, la que fue ocupada como centro de detención y tortura durante el régimen militar.
La improvisada reunión se produjo luego de que el alcalde y los dirigentes de DD.HH. concurrieron hasta la intendencia a entregar una carta dirigida al Presidente de la República y al ministro de Bienes Nacionales para pedir que pongan freno al llamado a licitación pública y que la llamada Casa de los Derechos Humanos, por el valor histórico que posee, no se destine a un fin distinto al de un Museo de la Memoria.
Ante ello, Peña y Lillo replicó que discrepaba, pues no estaba de acuerdo con la existencia de museos que provocaban divisiones en la ciudadanía y que permanecieran “abiertas las heridas”. Agregó que hasta el día de hoy no hay ningún detenido por el asesinato al senador Jaime Guzmán Errázuriz (1 de abril de 1991) y que cuando se habla de las violaciones a los Derechos Humanos, hay que hacerlo en ambos sentidos, y no sólo desde un lado.
A la salida del edificio de la intendencia, el presidente de la Unión Comunal de Agrupaciones de Derechos Humanos, Francisco Alarcón Barrientos, dijo que prefería no quedarse “con la acidez, si no con lo coincidente”, informó La Prensa Austral.
El intendente regional recibió la copia de la misiva y, ante la la disposición del municipio de hacerse cargo del inmueble fiscal, señaló que se había dejado pasar mucho tiempo para repararlo, mantenerlo y darle un uso constante.
Boccazzi, por su parte, indicó que el poder contar con el comodato o la concesión directa (y no vía licitación pública), implica que el municipio se haría cargo administrativa y operacionalmente del inmueble para sostenerlo económicamente y postularlo a los proyectos que sean necesarios para su funcionamiento.
La idea es crear ahí el Museo de la Memoria de la zona, donde se recuerde los hechos ocurridos a partir del año 73 y el genocidio de los pueblos originarios, además de recuperar la construcción diseñada por el arquitecto francés Antoine Beaulier, quien proyectó gran parte del Patrimonio Arquitectónico de la ciudad.