Alejandro Peña: “No fue prudente haberme ido a trabajar al Gobierno”

El ex jefe de la División de Estudios del Ministerio del Interior, Alejandro Peña, afirmó que le “ha cambiado la vida”, luego de renunciar a su cargo en el Gobierno, se asoció con Giorgio Marino para instalar un estudio jurídico en la calle Agustinas.

Aseguró que “como abogado del ejercicio privado, he podido tener contacto directo con los problemas de las personas y ofrecerles una solución concreta. Eso es una satisfacción enorme, el cambio en lo personal ha sido positivo”.

Peña analizó su paso por el sistema público, luego de abandonar su cargo en octubre de 2012, al estallar un escándalo por irregularidades en la licitación de equipos antidrogas incluidos en el Plan Frontera Norte, de acuerdo a lo informado por Emol.

“Habiendo una causa polémica y mediática, como era el Caso Bombas -en la que el ministerio era parte- no tuve la capacidad de analizar las consecuencias de mi ingreso. Creo que cometí un error cuando me fui al Ministerio del Interior”, declaró Peña y reflexionó diciendo que “no fue lo más óptimo hacerlo inmediatamente después de ser fiscal, eso produjo una distorsión mediática que en definitiva, conllevó al derrumbe del caso”.

“Todos en la vida cometemos errores, no fue prudente en su momento el haberme ido a trabajar al Gobierno, pero es un error de Alejandro Peña, no de terceros. Estaba tan metido en las causas, habíamos recién formalizado a los funcionarios de Gendarmería por el incendio de la cárcel de San Miguel, estábamos corriendo para terminar la acusación del caso Bombas, entonces, no tuve el espacio necesario de reflexión para apreciar todas las variables que significó el cambio de trabajo”, explicó.

Acerca del “Caso Sobreprecios”, el ex fiscal aseguró a Radio Futuro que nunca detectó irregularidades al interior del Ministerio del Interior, pero que puso su cargo a disposición porque “quise dar un paso al costado para no ser un obstáculo a la investigación. Segundo, yo llevaba un año y medio siendo objeto de múltiples y macabros ataques personales de distintos sectores (…) y tercero, quería dar una señal. Yo era el jefe de la división de estudios, si se produjo una anomalía, ahí estaba mi puesto”.