Así fueron las primeras horas de los soldados bolivianos en su casa de Iquique

A las 21:30 horas de este lunes los tres conscriptos bolivianos que declararon en la misma jornada ante al Fiscalía Regional de Tarapaca, quedando dos con firma semanal y uno con arresto domiciliario nocturno, llegaron al casa del diputado comunista, Hugo Gutiérrez. El recibimiento por parte de la familia, compuesta por una boliviana, un peruano y una chilena, fue más que cariñoso.

Pese esta buena acogida, los soldados no bajaban la guardia, hasta que el cónsul boliviano, Raúl Ruiz, en tono de broma les dijo “descansen, a discreción”; entonces los tres jóvenes entraron en confianza en el hogar que los acogera -al menos- durante los próximos 30 días, tal com publica el diario boliviano El Deber.

El medio boliviano le entregó a Alex Choque algunas novedades respecto de su hija de 5 meses, quien se encuentra bien. Inmediatamente se iluminó el rostro de militar, quien preguntó ¿tiene una foto?, sus camaradas estallaron el risas. Luego siguió una reunión protocolar entre el cónsul, un militar boliviano que sigue el caso, los soldados, el diputado Gutiérrez y otros colaboradores, que terminó en un encuentro casi familiar.

Alex Choque, Augusto Cárdenas y José Luis Fernández compartirán la casa con la dueña de la vivienda, Gladys Oyanader una militante del Partido Comunista y activista en derechos de la mujer; una orureña que llegó hace ya varios años a Iquique y que colabora con los quehaceres del hogar, su esposo, un ciudadano peruano, que también se encarga de los cuidados de la vivienda y los hijos de esta pareja, que ya tienen nacionalidad chilena.

“Lo que haremos mientras ellos estén aquí en mi ciudad (Iquique) y en mi casa, es que tengan un pasar grato y que no se lleven una mala opinión de los iquiqueños”, Subrayó el diputado Gutiérrez, quien les acogerá en la casa a la que llega una vez al mes, dado que durante tres semanas viaja al Congreso de Valparaíso.

Más tarde, alrededor de las 22:oo horas llegaron efectivos de carabineros al lugar con un libro en el que Fernández firmó e inició su arresto domiciliario que durará hasta las 6:00 AM. Ninguno de los conscriptos sabe qué hará en el día. El cónsul será el encargdo de definir las actividades que cumplirán día a día.

Con todo, los habitantes de casa señalaron que están acostumbrados a la compañía. “La casa siempre está llena de visitantes”, comentan casi al unísono, mientras el bullicio de los niños que juegan y un timbre que toca cada 10 minutos interrumpe la conversación de rato en rato.

Los soldados están cansados, entonces optan por tomar las bolsas donde llevan su ropa y sus botella de agua. A dos les dan una habitación en el piso de abajo y al otro en el segundo, aunque él dice que preferiría estar con sus camaradas y los anfitriones lo arreglan todo. De esta forma concluyó el día de los conscriptos que dejaron la cárcel de máxima seguridad de Alto Hospicio, cambiándola por una casa iquiqueña.