[Foto Reportaje] ‘Bicianimitas’ recuerdan y piden justicia para las víctimas de la vía pública
Ya son tres y Ciclistas con Alas busca que no sean más. Instalaciones espontáneas y populares que en medio de la ciudad se están erigiendo para recordar y llamar la atención frente al peligro de pedalear en la vía pública.
“Yo le he pedido varias cosas desde que se murió y me ha ayudado siempre”, me dice un barrendero público mirando una bicicleta pintada completamente de blanco y llena de flores plásticas y rosadas, encadenada . Estamos en la esquina de Eliecer Parada y Echeñique, en Ñuñoa, frente a la última de las ‘Bicianimitas’ que se instaló en Santiago, una iniciativa de la agrupación Ciclistas con Alas.
Esta organización nació precisamente después de la muerte de Arturo Aguilera, un diseñador gráfico de 28 años, que fue atropellado por un conductor ebrio en la esquina de las calles Santa Isabel y Bustamante, el pasado 10 de agosto.
Fue justamente la hermana mayor de Arturo, Fresia Aguilera, junto a su esposo, Nelson Gajardo quienes vieron la necesidad de visibilizar los accidentes donde resultan heridos los ciclistas y los que muchas veces quedan impunes.
“Las leyes no sancionan las conductas irresponsables que tienen los conductores en este tipo de accidentes. Hoy existen tantos vacíos legales y tecnicismos que es absurdo” explica Nelson Gajardo, vocero de Ciclistas con Alas, y añade que “somos un llamado a la ciudadanía, pero en específico a los peatones y a los ciclistas”.
Actualmente Ciclistas con Alas cuenta con unos 30 miembros activos, aunque cuando convocan a actividades culturales pueden llegar hasta 500 personas, gracias a la gran cantidad de seguidores en Facebook y Twitter. Asimismo, esta interacción a través de las redes sociales han permitido que las bicicletas que son usadas como ‘Bicianimita’ sean a partir de piezas donadas. Además está en vías de constituirse jurídicamente y está en constante articulación con las otras organizaciones ciclistas del país.
Gajardo explica que el proceso de crear una nueva ‘Bicianimita’ es lento, ya que “debe existir un diálogo antes con la familia. No es llegar y poner una bicicleta”.
Así, asegura que ya están en conversaciones con los familiares de María José Ramírez Soto, la joven de 20 años que murió luego de ser atropellada por un auto que circulaba a exceso de velocidad en avenida Ossa con Echeñique, en el límite de las comunas de Ñuñoa y La Reina, el pasado 14 de febrero.
La PRIMERA BICIANIMITA: ARTURO AGUILERA
Fue la primera que se instaló en la ciudad, en la misma esquina donde murió Arturo Aguilera, el joven diseñador que trabajaba en Editorial La Cuneta. Fue atropellado por Víctor Hugo Barriga Saavedra, quien después del accidente, provocado por pasarse una luz roja, intentó arrancar, chocando con dos autos más.
Hoy Barriga está libre y el caso sigue en proceso de investigación, lo que ha llevado a que Ciclistas con Alas se hayan manifestado varias veces en los tribunales de Justicia.
La animita de Arturo Aguilera está por avenida Bustamante, en la esquina nor oriente, a la salida del metro Santa Isabel.
IBA CON CASCO: FRANCISCO CONTRERAS
El 3 de marzo del 2012, Francisco Javier Contreras, o el Pancho, como era conocido, perdió la vida luego de ser atropellado por un bus del Transantiago. Ese día, el ciclista, que iba con su correspondiente casco, dobló desde calle San Pablo a avenida Manuel Rodríguez, cuando fue impactado en la parte de atrás de su bicicleta por un automóvil, haciendo que el joven de 24 años cayera a la vía y fuera arrollado por el bus, lo que le produjo su muerte casi instantáneamente.
Finalmente, el único imputado del caso fue el chofer del auto Alonso Rodríguez Valenzuela, quien también se encuentra en libertad, debiendo firmar mensualmente por un año, mismo periodo que tendrá retenida su licencia de conducir.
LA BICICLETA DE Amalia Herrera
Eran cerca de las 20 horas del pasado martes 19 de febrero, cuando finalmente la Bicianimita de Amalia Herrera fue entregada en la misma esquina donde falleció el martes 31 de agosto del 2010. Ese día, la joven estudiante de quinto año de antropología en la Universidad de Chile iba camino a a encontrarse con una amiga en el Campus Oriente de la Universidad Católica, desde donde seguirían camino al teatro.
“Nosotros conocimos a Ciclistas con Alas la semana pasada, cuando nos contactaron para poner la bicianimita”, explica Gonzalo Herrera, padre de Amalia.
“Esa bicicleta blanca es un símbolo muy hermoso” dice Gonzalo y añade que “le da otro sentido. Esa bicicleta dice que esta no fue una muerte en vano, que puede servir para que otros puedan prevenir a que tengan el mismo destino, promoviendo las responsabilidades de los ciclistas pero también en las normativas públicas”.