Profesionales mapuche critican millonario financiamiento otorgado a centro de investigación
Acusan que los montos involucrados favorecen a "élites académicas", perpetuando así una " visión académica colonialista que asume que las personas indígenas no están capacitadas para investigar".
Un conjunto de profesionales y artistas mapuche, reunidos en la Comunidad de Historia Mapuche, formulan una serie de críticas ante el millonario financiamiento otorgado por el Estado al Centro Interdisciplinario de Estudios Interculturales e Indígenas, vía Fondap, por considerar que las instituciones que están detrás de este centro carecen de “cercanía, compromiso y conocimiento” con las culturas indígenas, así como de “una trayectoria ni una producción seria, maciza y continua” respecto a estos temas.
El cuestionado centro nace a partir de los fondos adjudicados a la Pontificia Universidad Católica de Chile, en asociación con la Universidad Diego Portales y la Universidad Academia de Humanismo Cristiano, a través del Fondo Nacional de Investigación en Áreas Prioritarias (FONDAP), dependiente de la Comisión Nacional de Investigación Científica y Tecnólogica (CONICYT), a fines del año 2012.
La declaración señala, entre otros aspectos, que “nos llama la atención que montos económicos tan elevados para investigar la situación de los diversos pueblos originarios en Chile se destinen únicamente a entes académicos convencionales, la mayoría de los cuales tienen escasa relación, compromiso y conocimiento de las diferentes culturas de los pueblos indígenas. Considérese que en Chile los proyectos de investigación sobre pueblos indígenas en general son escasos, al igual que los investigadores no indígenas especializados en estos temas”.
“Desde este punto de vista sorprende el interés que hubo desde distintas universidades frente a este fondo”, continúa la declaración. “Pero sorprende también que CONICYT asigne dinero a instituciones que no tienen una trayectoria ni una producción seria, maciza y continua frente a estos temas. Lamentablemente esto devela que la exclusión y la desigualdad que enfrentan los pueblos indígenas no sólo es un negocio rentable para minorías económicas sino que también para elites académicas, “especializadas” en una continúa práctica de extractivismo tanto de recursos materiales y mano de obra como de conocimientos provenientes de nuestros territorios”, agregan.
“El acotamiento del concurso a este tipo de unidades académicas refleja falta de imaginación y de voluntad para re-pensar y re-definir las políticas públicas en torno a los pueblos indígenas, sus conocimientos y sus culturas, vulnerando nuestros derechos consagrados en el Convenio 169 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) y la Declaración de los Derechos de los Pueblos Indígenas de las Naciones Unidas (ONU), ambos instrumentos jurídicos ratificados por el Estado de Chile”, señalan los profesionales.
“Consideramos que es un grave error (…) dejar de lado la participación de instituciones, comunidades u organizaciones de los propios pueblos indígenas en el área de investigación(…) rechazamos las políticas de tutelaje que subyacen en estas decisiones y adjudicaciones, que asume que las personas indígenas no están capacitadas para investigar, que su lugar debe reducirse a “objetos de estudio” o limitarse a ser “informantes” o “colaboradores”. Esta política ubica a las personas y comunidades indígenas en posiciones marginales dentro de programas de investigación pre-definidos, dirigidos y ejecutados desde una visión académica colonialista”, afirman.
El texto, firmado por cerca de 60 artistas y profesionales de las ciencias sociales mapuche, finaliza haciendo un llamado a CONICYT a pronunciarse claramente “respecto al enfoque y a los criterios con que evalúa las investigaciones y los proyectos sobre pueblos indígenas, especialmente considerando las normativas internacionales sobre consulta y participación indígena referidas en la presente declaración”.
Lee completa la Declaración de la Comunidad de Historia Mapuche sobre FONDAP