Sebastián Dávalos: “Si hubiese llegado en citroneta habrían dicho: ‘Que le va mal al hijo de Bachelet”
El hijo de Michelle Bachelet se refiere a la posible candidatura de su madre y al cuestionado episodio del ostentoso automóvil que manejaba durante la visita de la ex mandataria a nuestro país.
El hijo de la ex Presidenta Michelle Bachelet, Sebastián Dávalos, quien tiene 34 años y es cientista político, aseguró que no sabe cuál es la decisión de su madre sobre una posible candidatura ni lo que dirá en marzo, a pesar de conversar bastante seguido con ella por teléfono.
“Conociéndola, y la conozco mucho, ella es de terminar lo que está haciendo, es decir, ella está cumpliendo un ciclo en Naciones Unidas y sigue dedicada cien por ciento a eso. Tiene un montón de actividades durante toda la primera quincena de marzo. Después de eso, no sé qué hará”, afirmó.
En entrevista publicada en revista Qué Pasa, Dávalos habló acerca de la posibilidad de un nuevo período como mandataria, señalando que le gustaría “que la gente no sólo se manifieste a través de las protestas, sino que hubiese una instancia para que participen en la elaboración de nuevas ideas y del programa. Me interesa un bloque amplio, que garantice gobernabilidad al país y que lo represente”.
El cuestionado episodio cuando Dávalos llegó en un automóvil Lexus al condominio donde vive su madre -un convertible de 27 millones de pesos- también fue parte de la conversación. “Creo que da lo mismo en el auto que hubiese llegado esa tarde, igual hubiera generado comentarios. Si hubiese llegado en citroneta, quizás hubieran dicho: ‘Oye, que le va mal al hijo de Bachelet’. Para mí es una anécdota. Me cuesta entender que le hayan dado toda la valoración que le dieron”. Además, aseguró que el auto no es suyo, sino que de la empresa consultora de gestión de negocios donde trabaja.
Desde el 2005 hasta el 2012, Dávalos trabajó en la Dirección General de Relaciones Económicas Internacionales de la Cancillería, y renunció porque ya no se sentía cómodo, debido a que cambió el trato que recibía al cambiar la administración de gobierno. “Había gente que parecía sentirse un poco incómoda conmigo ahí. Esa era la impresión que me daba y alguna vez alguien me sugirió que si no me sentía cómodo podría buscar otros aires”, reafirma.
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