El perfil de Guillermo Luksic, el empresario fanático de Gondwana
Sus pares recuerdan al desaparecido presidente de Quiñenco como una mente creativa, analítica y competitiva. También se recuerda la labor que realizó en la transformación de la Compañía Sudamericana de Vapores (CSV), indicándose que tuvo el "coraje y decisión" para sacarla adelante.
No logró triunfar en la lucha contra el cáncer pulmonar. Poco después del mediodía de este miércoles el mundo empresarial se volvió a sacudir con la noticia de la muerte del empresario, Guillermo Luksic a los 57 años de edad.
El líder del Grupo Quiñenco, también es recordado por afición al pilotaje, gusto por la historia de Chile y estudió con entusiasmo los pueblos originarios.
Entre sus gusto musicales se incluyó el reggae y el Bossa Nova. Sin embargo, su grupo musical favorito era la banda chilena Gondwana.
Desde su nacimiento, hasta su muerte, a los 57 años, estuvo vinculado al mundo empresarial gracias al grupo económico forjado por su padre, Andrónico Luksic Abaroa, consigna La Segunda
Padre de 5 hijos, estudió en The Grange School; después ingresó a la Universidad de Chile a estudiar Derecho, pero no terminó la carrera, optando por seguir los pasos de su familia y dedicarse a los negocios.
La carrera del hermano menor de Andrónico Luksic Craig comenzó en 1975, luego en 1982, fue presidente del directorio del holding. Además fue presidente de los directorios de CCU, CNT Telefónica del Sur, Viña San Pedro y Madeco.
Tras la adquisición del Banco de Chile en el año 2001, Luksic fue miembro del directorio de la entidad. En 2005 fue elegido director de Antofagasta plc, brazo minero de Quiñenco.
Igualmente cumplió labores como asesor y miembro de los directorios de varias organizaciones sin fines de lucro, incluyendo la Fundación Ena Craig y el Centro de Estudios Públicos.
Trayectoria profesional
Entre sus colegas y en el mercado, Luksic Craig ha sido definido como una mente creativa, analítica y competitiva, características que fueron clave en el sostenido crecimiento de Quiñenco bajo su liderazgo.
Se agrega que era pragmático y muy inclinado a la profesionalización en el manejo del grupo. Prefería armar equipos solventes profesionalmente, entregándoles tareas concretas, de las que luego pedí cuentas exactas.
A la hora de negociar, el fallecido optaba por meditar sus decisiones y mantener largas tratativas antes de concretar las diferentes adquisiciones o fusiones que lideró en su vida. En este sentido, se destaca la labor que realizó en la transformación de la Compañía Sudamericana de Vapores (CSV), indicándose que tuvo el “coraje y decisión” para sacarla adelante.