Cierran investigación por la muerte de Salvador Allende
La resolución confirma en todas sus partes la sentencia del juez Mario Carroza, según la cual la muerte del mandatario se debió a un "acto deliberado" en el que "no hay intervención de terceros".
La Cuarta Sala de la Corte de Apelaciones de Santiago ratificó, a través de una resolución adoptada por las ministras Mireya López y Pilar Aguayo y por la abogado integrante Carmen Domínguez, el cierre definitivo de la investigación para establecer la causa de muerte del Presidente Salvador Allende Gossens.
La decisión del tribunal capitalino confirma en todas sus partes la resolución del ministro en visita, Mario Carroza, quien en diciembre pasado dictó el sobreseimiento definitivo en la indagatoria, la que estableció por testigos, pericias y datos que el mandatario se suicidó, consigna Soychile.cl
El dictamen de Carroza, junto con detallar los hechos que rodearon la muerte de Allende, el 11 de septiembre de 1973, analiza las tres hipótesis que se manejaban en el caso.
Así, el magistrado relata que “a las 11:50 horas se produjo el ataque aéreo y terrestre” contra La Moneda, “a cargo del Grupo N°7 de la Fuerza Aérea de Chile, acción que provoca el incendio inmediato del recinto y las destrucción parcial de las instalaciones del segundo piso”.
“El Presidente Salvador Allende, quien portaba para su defensa un casco y una metralleta, sube al segundo piso de La Moneda con todos los que lo acompañaban y atendida la situación de peligro que se vivía y con la finalidad de evitar la pérdida innecesaria de vidas, les ordena su rendición y la salida inmediata del Palacio, acordando que el grupo formara una columna que iría avanzando desde el pasillo del segundo piso hasta la puerta de calle Morandé 80, donde los esperaban los efectivos militares”.
Luego, “el mandatario, luego de ordenar el abandono del lugar, se retira hasta el final de esa fila y se dirige al ‘Salón Independencia‘, cerrando la puerta. Una vez en su interior, se sienta en un sofá, coloca el fusil que portaba entre sus piernas y apoyándolo en su mentón, lo acciona, falleciendo en forma instantánea producto del disparo recibido”.
“Su cuerpo a consecuencia de esta acción, quedó en una posición tal que su cabeza se cargó hacia la derecha e inclinó sobre el tórax. La bóveda craneana tuvo una pérdida importante de masa encefálica que queda disgregada en el suelo y en el muro ubicado a sus espaldas”, agrega el fallo.
Sobre la supuesta asistencia a la muerte, ésta se descarta por no haber “antecedente alguno del que pueda colegirse que hubo participación” de terceros en el deceso del Jefe de Estado. Además, del análisis efectuado por peritos se desprende que “no cabe posibilidad de haberse disparado otra arma que no fuera la que se encontró en poder del Presidente Allende, ni tampoco se manifiesta y explica la acción de terceros para ultimarlo”, sostiene el juez.
Respecto de la tesis de que la muerte la produjo el grupo de militares que asaltaron el Palacio de La Moneda, “el informe del Servicio Médico Legal entrega una descripción detallada de las lesiones que presentaban los restos al ser examinados y puede constatarse con absoluta certeza, que éstos no presentaban otras heridas que no fueran las de su rostro, descartando con ello la posibilidad de algún enfrentamiento“.
La sentencia concluye señalando que “se encuentra acreditado en autos, con la profusa prueba producida durante el sumario, como también de las piezas de los procesos Episodio La Moneda y de la Justicia Militar, que se tuvieron a la vista y cuyas copias digitales se incorporaron a éste expediente, que los hechos que significaron la muerte del Presidente Salvador Allende Gossens provienen de un acto deliberado en el que, voluntariamente éste se quita la vida y no hay intervención de terceros, ya sea para su cometido como para su auxilio, estimándose en consecuencia que estos no serían constitutivos de delito”.