[Fotos] México: Ecologistas escalan monumento para protestar en contra del uso de transgénicos

Cuatro activistas de la organización ambientalista Greenpeace escalaron este jueves el monumento Estela de la Luz, ubicado en el centro de la capital mexicana, para colgar una lona en rechazo al uso de transgénicos en el cultivo del maíz.

Los activistas escalaron más de la mitad del monumento, de 104 metros de altitud, colgaron un lienzo, permanecieron allí varias horas y luego descendieron y se marcharon en una camioneta.

Pese a que funcionarios de la Secretaría de Seguridad Pública del Distrito Federal (SSPDF) instalaron una valla de seguridad desde el inicio de la protesta, no detuvieron a ninguno de los activistas, quienes dejaron colgado el mensaje.

En el lienzo de 400 metros cuadrados aparece una mazorca de maíz simulando una bomba de tiempo, con el mensaje “NO OGM”, en referencia a los Organismos Genéticamente Modificados.

Los manifestantes explicaron que escalaron la torre con el objetivo de exigir a las autoridades la prohibición de la siembra del maíz transgénico, al considerar que sus efectos son adversos para la salud de los consumidores y para el medio ambiente.

Traición a la patria

“Maíz transgénico. Traición a la patria”, se pudo leer en algunas de las pancartas que portaban los manifestantes, quienes también utilizaron equipo de seguridad para subir al monumento, informa el diario mexicano Milenio.

“La primera demanda que recibió el gobierno (de Enrique Peña) al inicio de esta administración, el pasado 3 de diciembre, fue la de proteger el maíz mexicano y prohibir las siembras comerciales de maíz transgénico en todo el país”, explico la organización en una carta publicada en la web “¿Transgénicos sí o no? ¡Que no decidan por ti!”.

La protesta también se replicó en Twitter, donde la cuenta de Greenpeace México llamó a apoyar la manifestación con el hashtag #SoyActivistadelMaíz.

Ubicada entre el Paseo de la Reforma y el Bosque de Chapultepec, la Estela de la Luz es un polémico monumento que se construyó para conmemorar el bicentenario de la Independencia mexicana y el centenario de la Revolución, cuya construcción quintuplicó su presupuesto hasta rebasar los mil millones de pesos (US$78 millones) y se prolongó más de lo previsto.

Desde que fue entregado en enero de 2012, se ha convertido en un lugar de concentraciones y manifestaciones cívicas.