Gremio y generadoras, preocupados por la sequía que pone en riesgo al sistema eléctrico
Desde las Empresas Eléctricas, Rodrigo Castillo, dijo que "la situación del sistema es extremadamente frágil" y el gerente general de la Asociación de Generadoras, René Muga, apuntó que la salida de otra central estresará más al ajustado sistema y “estaremos en una condición de mayor vulnerabilidad”.
Luego de que un informe elaborado por el Centro de de Despacho Económico de Carga del Sistema Interconectado Central (CDEC-SIC) dio a conocer este viernes que el citado sistema, el principal del país y que suministra energía al 94% de la población, hoy esta operando al límite debido a la sequía que se ha extendido por los últimos 4 años, las reacciones de la industria no se hicieron esperar.
El informe, solicitado por las grandes empresas para determinar la seguridad del sistema, indicó que los principales embalses están operando a su mínimo, problema al que se agrega la salida de la central Nehuenco de Colbún, que volverá a funcionar sólo a fines de junio, así se concluye que el sistema se encuentra expuesto si otra central de gran tamaño presenta una falla, consigna La Tercera.
“En el caso de una eventual indisponibilidad de la central San Isidro I durante seis meses, se originarían déficit de suministro con un nivel de profundidad de entre 0,96% en junio y de 1,21% en julio. De presentarse hidrologías extremadamente secas, el sistema se encontraría en una situación de abastecimiento ajustado”, agregó el texto.
De cara a los eventuales alcances de este complejo fenómeno, la situación más compleja se vivirá en las próximas cuatro a seis semanas, hasta que Nehuenco opere. En ese lapso todo el parque térmico será despachado. El CDEC-SIC admite que en condiciones secas el sistema estará ajustado en los meses de junio y julio.
En este contexto, el Director General de las Empresas Eléctricas, Rodrigo Castillo, señaló que “la situación del sistema es extremadamente frágil” y agregó que si se dan ciertas condiciones extraordinarias, podríamos enfrentar situaciones como cortes de luz. No va a ocurrir necesariamente, pero sí existe el riesgo.
“La oferta y la demanda de la energía deben ser iguales, en caso contrario, se crea un corto circuito por lo tanto si se disminuye la oferta hay dos opciones; o se cae el sistema, o se aumenta la demanda oferta de forma extraordinaria haciendo funcionar todos los equipos del sistema. Debido a que esta es la situación actual, o se disminuye la demanda, o se raciona de forma parcial la energía. Si llegara a ocurrir el caso de que faltara una unidad importante de energía, no se tendría “suficiente respaldo para hacerse cargo de la diferencia”, detalló Castillo en diálogo con CNN Chile.
A su juicio el tema se agravaría debido a que tenemos una gran congestión en el sistema de transmisión, lo que significa, que hay un exceso de potencialidad de energía en la zona centro-sur, sin embargo, no se puede traer esa energía ya que no hay líneas de transmisión para hacerlo.
Frente a un aumento extraordinario del consumo, podría ocurrir un apagón con o sin el problema de fragilidad que estamos viviendo, explicó Rodrigo Castillo y a renglón seguido precisó que “el costo de la energía ha aumentado de forma enorme en los últimos 5 a 10 años”.
A su turno, René Muga, gerente general de la Asociación de Generadoras, apuntó que la salida de otra central estresará más aún al ajustado sistema y “estaremos en una condición de mayor vulnerabilidad”. Con todo puso paños fríos al apuntar que como entraron en operación las centrales Bocamina II, Santa María y Campiche -que aportan unos 1.000 MW-, estamos en mejor pie que en 2012.
Cabe apuntar que en mayo, la operación de las centrales hidroeléctricas ha seguido cayendo y representa sólo 25% de la generación total del SIC, mientras que en condiciones de hidrología normal el aporte supera el 55%. Hoy, el 40% de las centrales hidroeléctricas de pasada están realizando aportes mínimos.