América Latina es la segunda región en desarrollo con más evasores fiscales
Tax Justice Network apuntó que países como Brasil, México, Venezuela y Argentina son los países que presentan mayor salida de capitales no declarados, siendo sólo superados por las naciones de Asia oriental.
Los países en vías de desarrollo son especiales víctimas de los paraísos fiscales. El fraude tributario que permiten esas guaridas quita recursos al progreso de pueblos enteros. El fenómeno de la fuga de capitales no declarados se ceba sobre todo en América Latina. De los diez países en desarrollo con más fondos fuera de registro, cuatro son latinoamericanos.
Después de China, Rusia y Corea del Sur, Brasil es el cuarto país con más salida de capitales no declarados, con 519.500 millones de dólares, lo que incluye tanto los que se fueron del territorio propio como lo que estos rindieron invertidos fuera entre 1970 y 2010, según el informe que el año pasado publicó Tax Justice Network (TJN), una red de expertos que luchan por mayor justicia tributaria en el mundo.
México se encuentra sexto en la clasificación de países emergentes, por debajo de Kuwait e inmediatamente por delante de Venezuela y Argentina. De México se han fugado en 40 años unos 417.500 millones; de Venezuela, 405.800 millones y de Argentina, 399.100 millones.
De todas las regiones del mundo en desarrollo, solo Asia oriental, con 2,9 billones, supera a Latinoamérica, con 2 mil millones, según TJN, que calculó de manera conservadora el flujo de dinero no registrado que va desde los mercados emergentes hasta los paraísos fiscales por intermediación de los grandes bancos internacionales, como UBS, Credit Suisse, Citigroup, Morgan Stanley, Deutsche Bank, Bank of America Merrill Lynch, JP Morgan, HSBC, ABN Amro, Barclays, Crédit Agricole y Société Générale.
Estos bancos cuentan con equipos especializados en captar clientes que están interesados en resguardar sus ahorros en territorios donde no pagarán impuestos ni tampoco tributarán en sus países de origen. También hay fondos de inversión de riesgo, bufetes contables y aseguradoras que participan del negocio.
El informe de TJN solo incluye los capitales financieros no declarados, a los que deberían añadirse los inmuebles, los barcos, los caballos de carrera, los lingotes de oro y otros activos físicos, según describe James Henry, integrante de la organización con sede en Reino Unido y ex economista jefe de la consultora McKinsey. El problema para las agencias tributarias no es solo la salida de capitales, que ha amainado en las últimas dos décadas en países como Brasil y México, según TJN, sino también la renta de esos fondos que se han ido y que difícilmente regresen. Se calcula que la mitad de los capitales líquidos de los ricos latinoamericanos y de algunos países asiáticos se ha marchado a paraísos fiscales.