La OIT destaca crecimiento del empleo en Chile pero apunta problemas en la calidad
El "Informe sobre el Trabajo en el Mundo 2013" relevó el crecimiento del empleo en Chile durante 2007 y 2012, al apuntar que el alza promedio anual del empleo en el país es de 3,5%. Según la OIT en Chile, El Salvador, Costa Rica y Honduras también se ha observa un aumento en las desigualdades.
El “Informe sobre el Trabajo en el Mundo 2013” elaborado por la Organización Internacional del Trabajo (OIT) relevó el crecimiento del empleo en Chile durante 2007 y 2012, al apuntar que el alza promedio anual del empleo en el país es de 3,5%, en un apartado que también destaca los resultados de Colombia.
Igualmente se destacó que las tasas de inactividad en Chile y Colombia disminuyeron en 3,9 y 5,4 puntos porcentuales, respectivamente, durante el mismo período y ambos países lograron disminuir las tasas de desempleo en más de 1 punto porcentual. En Chile, el desempleo juvenil ha disminuido de manera constante después de la crisis, cayendo a su nivel más alto de 25.1 por ciento en 2009 al 15,8 por ciento en septiembre de 2012, apunta el texto.
Según el documento una intervención fiscal rápida, las políticas sociales y programas de empleo, Chile y Colombia lograron disminuir las tasas de desempleo e inactividad a pesar de la crisis global.
“Sin embargo, mientras que la cantidad de empleo aumentó drásticamente, sigue habiendo problemas en lo que respecta a la calidad”, resumió.
El organismo internacional también apuntó que en Chile, junto a El Salvador, Costa Rica y Honduras se ha observa “un ligero aumento” de desigualdades.
Para la OIT, parte de los resultados del mercado laboral puede atribuirse al fuerte crecimiento económico: Desde 2007 hasta 2011, Chile tuvo una tasa de crecimiento promedio de 3,8%, mientras que en 2012, la expansión del PIB subió 5,5%.
Buenas noticias para la región
A nivel regional, el informe apunta un fortalecimiento tras la crisis, gracias a que el desempleo ha podido mantenerse estable en Latinoamérica y ha disminuido en varios países, así como por la consolidación de su clase media.
“En Latinoamérica ha engordado el tamaño de la clase media y eso ofrece posibilidades de un desarrollo mucho más autónomo, que no dependa tanto del comercio internacional, sino de los recursos internos y del propio crecimiento económico”, dijo el director del Instituto de Estudios Sociales de la OIT, Raymond Torres.
En esta línea, el texto subraya que la tasa de empleo en la región es del 57,1 %, un punto porcentual por encima de los niveles previos a la crisis.
Según Torres, uno de los avances más significativos que han dado los países latinoamericanos es “haber conseguido aplicar una estrategia (económica) adaptada a su propia realidad” y “haber roto con la tendencia a importar modelos del exterior”.
Esto explica que el informe destaque que esta región es una de las tres, entre ocho, donde se ha constatado una disminución del riesgo de tensión social.
La tasa de desempleo regional se sitúa, según los datos más recientes, en torno al 7 %, aunque en el caso de los jóvenes prácticamente se duplica.
A este respecto, el analista consideró que “el desempleo juvenil es uno de los mayores retos que tiene hoy América latina, pues cada vez hay más jóvenes que acceden a la educación superior y muchos de ellos no consiguen empleos adaptados a su situación”.
Por otra parte, Torres destacó que Latinoamérica ha realizado esfuerzos serios en favor de un “crecimiento inclusivo”, lo que reconoció que es particularmente difícil en países donde la expansión de la economía se basa en la extracción de recursos naturales.
Este tipo de crecimiento económico genera ingresos que son difíciles de redistribuir en la sociedad, explicó el experto, quien dijo que Brasil es un caso de estos.
El informe de la OIT enfatiza también que en América Latina se observa una alentadora disminución de las desigualdades de ingresos, con un aumento de los salarios que alcanzó el 4 % el año pasado en Brasil y Paraguay, y el 1 % en México y Colombia.
Torres mencionó los casos de Argentina, Uruguay y Perú como los más simbólicos en el esfuerzo por reducir la brecha de ingresos.
Sobre Brasil, comentó que “hay una pequeña, pero alentadora, disminución de las desigualdades de ingresos”, un objetivo que es “extremadamente difícil de alcanzar”.
Un factor esencial para ello ha sido la extensión de la protección social en ciertos países, a través de programas de subsidios a la población como “Bolsa Familia” en Brasil o “Jefes de Hogar” en Argentina.
“Hemos visto una proliferación de iniciativas en el ámbito de las políticas sociales en la región, algo por lo que nadie habría apostado hace diez años”, dijo Torres.
Sin embargo, la amplitud del trabajo informal es una cuestión “sobre la que hay mucho por hacer”, reconoció el representante de la OIT.
Según el informe, la incidencia del empleo informal no agrícola es de cerca del 50 % en Latinoamérica, con tasas todavía más elevadas en países como Bolivia, Honduras y Perú.