La decepción por el rating y el impasse de la vocera marcaron la trastienda del debate Allamand-Longueira
El presidente de la UDI Patricio Melero y su par de RN, Carlos Larraín, anoche encabezaron las barras de Allamand y Longueira. La previa fue extensa y hubo ocasión de comentar la tensa jornada que vivió ayer el oficialismo, sobre todo tras la calculada jugada de la vocera de gobierno Cecilia Pérez que eligió el mismo jueves para romper con la prescindencia política exigida por el presidente Piñera.
El senador RN Alberto Espina fue el primero en llegar a los estudios de Canal 13 para presenciar el debate presidencial entre el abanderado de su partido, Andrés Allamand, y su contendor de la UDI, Pablo Longueira que se realizó anoche. Tras arribar tomó una copa de vino y comenzó a conversar con los periodistas presentes.
El día no había sido nada fácil para el oficialismo. Comenzó temprano con la vocera de gobierno, Cecilia Pérez, reconociendo en el matinal Mucho Gusto que en las primarias del sector votaría por Allamand, rompiendo así la prescindencia que les había solicitado el Presidente Piñera a sus ministros. De ahí en adelante todo fue reacciones. La UDI llamando a que renunciaran del gabinete los secretarios de Estado que quisieran hacer pública su opción, y RN acusando al ministro Larroulet de operar en favor de Longueira.
Antes de arribar a Canal 13, el jefe de bancada de los diputados RN, Pedro Browne, le mandó un mensaje de texto a Joaquín Lavín pidiéndole consecuencia. En el SMS, Browne adjuntó una nota antigua del diario La Segunda, donde Lavín aparecía entregándole su apoyo a Longueira mientras era ministro. La tensión no bajaba y Browne recibía ahora una llamada del ministro Cristian Larroulet. “¿Por qué me sacai la cresta así?”, le preguntó el secretario de Estado, según trascendió.
Unos y otros se dieron durante el día y todos se encontraron en Canal 13. Se miraban de lejos, y luego se saludaban. Fue el caso de la senadora RN Lily Pérez con Joaquín Lavín. Mientras el ex titular de Desarrollo Social se acercaba, Pérez comentaba a sus cercanos “hoy le pegué un buen quiñazo a Lavín porque atacó a la Ceci (la vocera de La Moneda)”. Cuando se encuentran, se abrazan y se dicen cosas al oído, se filtra un “¿cómo dices eso?”, y se escucha una respuesta “sólo dije que era un error”.
Un senador de RN comenta la agitada jornada y reconoce con un sonrisa cómplice que “(la vocera) provocó un efecto no deseado, pero buscado en la previa al debate”. Luego de eso pasa al tema del ministro de Salud, Jaime Mañalich, quien provocó la ira de los diputados de todas las bancadas al acusarlos de beneficiar a las farmacias “¿qué le pasa a Mañalich?, dicen que le llegó coscacho en La Moneda”.
La gala de la derecha
Andrés Chadwick Costa es hijo del ministro del Interior y principal creativo tras la campaña de Andrés Allamand. Está sentado sólo en una de las mesas de trabajo dispuestas por la producción para atender a los invitados, una copa de vino le remoja la garganta cada tanto. Según él, no se siente ajeno “he vivido la política desde chico”. Cuando Lavín lo saluda le dice “¿tu eres el del tuturutu?, ¿si? Felicitaciones, te quedó bueno”. Ambos sonríen.
Son cerca de las 20 horas y el arribo de figuras de la Alianza es masivo. Tratando de pasar desapercibido llega el presidente de RN, Carlos Larraín, quien comenta “estoy muy resfriado, no iba a venir. Pero se hubiera mal interpretado”. Imposible el bajo perfil para él. Se le acercan dirigentes y una oleada de periodistas que lo tratan de “don”.
En medio de la masa, el senador Francisco Chahuán reparte chapitas de Allamand y el diputado Browne cuenta por tercera vez en la noche su incidente con René Alinco en la Cámara “estaba ahí y fui a defender a Rosauro… y se me vino encima, me hubiera ido mal porque tiene la mano pesada”.
Entre las huestes de Allamand se observa al ex subsecretario y ministro de Transportes del gobierno del DC Eduardo Frei, Claudio Hohmann, quien se integró al comando de RN a fines del año pasado.
Son las 20:43 y Pablo Longueira aparece en las siete pantallas instaladas en el salón. Avanza por la alfombra roja instalada para la ocasión en compañía de su esposa, Cecilia Brinkmann, y dos de sus hijos. En la entrada del canal los recibe su director ejecutivo, Nicolás Eyzaguirre, y el representante de CNN, Rolando Santos. Longueira se dirige directo al camarín que la producción le acondicionó. Lo acompañan su familia y sus cuatro principales asesores: Gonzalo Cornejo, Francisco de la Maza, Joaquín Lavín y Juan Antonio Coloma.
Entre un grupo que conversa animosamente se distingue al ex diputado UDI y ex ministro de Energía, Rodrigo Alvarez, el mismo que renunció al gobierno con molestia porque lo marginaron de las negociaciones que terminaron con la movilización en Aysén a principios de 2012. El actual miembro del directorio de Canal 13, le cuenta su nueva vida al presidente de la Cámara, el también UDI Edmundo Eluchans. “Tengo un tercio de mi vida dedicada a participar en directorios, otro tercio a una empresa de energía española y el último a COPSA. Desde el punto de vista económico… impresionante”, dice añadiendo que prefiere mirar la política desde el balcón por ahora.
Son las 20:51, Andrés Allamand ingresa al canal junto a Marcela Cubillos, su señora, quien viene acompañada de tres de sus hijos. Minutos más tarde, el mayor comenta al hijo de Chadwick: “me cagó, tení que estar medio enfermo pa ser candidato a Presidente”.
Allamand se encierra en su camarín con sus cuatro elegidos. Su asesor económico, Juan Andrés Fontaine, su jefe político del comando, Nicolás Monckeberg, su asesor Bernardo Matte y su esposa.
El autobombo
En un rincón, el ex ministro de Cultura, Luciano Cruz Coke, se saca fotos con la candidata a senadora UDI por el Bío Bío, Jacqueline Van Rysselbergue, mientras el diputado Browne ríe y le cuenta la última locura de Felipe Avello sobre la campaña de Longueira “y dice que Chile no es un país justo, y que no es correcto, porque también un dedo puede caber justo en el…”. Más risas.
Ya está al aire el noticiero central y desde un sillón Alberto Espina, Lily Pérez y el secretario general de RN, Mario Desbordes, miran los enfrentamientos entre estudiantes y carabineros que horas antes se produjeron en la Alameda. Cada vez falta menos para el comienzo del debate y las diputadas gremialistas Monica Zalaquett, Andrea Molina y María José Hoffmann aprovechan de sacarse fotos. Zalaquett tiene una ocurrencia “¡ya sé! saquémonos una fotos todas juntas y la tuiteamos al mismo tiempo”.
Son las 22 horas. Comienza el foro presidencial. Los RN se ubican frente a una de las pantallas y los UDI frente a otra. Los periodistas dan vueltas en busca de algún canapé olvidado en las bandejas.
En la tribuna gremialista todos tuitean, y se retuitean. Mónica Zalaquett escribe “Longueira si sabe como combatir los abusos contra los consumidores”. El candidato a senador por la Metropolitana Oriente, José Antonio Kast, publica “Viendo el debate presidencial c/ @diputadamolina y @jvanbiobio donde claramente @Pablo_Longueira ha estado muy bien !!”.
En el sector de RN toman nota sobre el desempeño de su candidato. Cruz Coke lo anota todo. Cuando Allamand dice “hoy las farmacias y los laboratorios ganaron y los consumidores perdieron”, Lily Pérez estalla en aplausos… pero nadie la sigue, disimuladamente se sienta y vuelve al silencio.
La periodista de CNN, Mónica Rincón, les enrostra a los candidatos que ambos apoyaron la dictadura y les pregunta cómo harán para ganar el voto de centro con ese antecedente. El silencio se apodera del salón donde los cerca de 100 invitados miran el debate. Catalina Parot apenas pestañea. “Los que fuimos partidarios le diremos gobierno militar, los opositores le dirán dictadura… son cosas del pasado”, responde Longueira. Allamand se distancia “yo jamás avalé las violaciones a los derechos humanos, estoy muy orgulloso de mi actuación”.
Primera pausa. Hay preocupación. “Estamos entre 11 y 13 puntos de rating”, comentan los asistentes. La Concertación había dejado la vara alta con su debate, el que promedió 19 puntos con un peak de 24. Raudos, Cruz Coke y Espina se dirigen al camarín de su candidato, van a aconsejarlo. Lo mismo hace Lily Pérez con un mensaje de texto “perfecto, sólo sonríe”.
El programa vuelve al aire. El diputado Brown pifea mientras Mónica Rincón pregunta a Allamand sobre las críticas destempladas que le han hecho desde la UDI. Carlos Larraín lo mira con desaprobación, Browne ríe.
Segunda pausa, los periodistas comienzan a sacar reacciones. Catalina Parot califica a su candidato como “el fundador de la centro derecha” y los dirigentes UDI tampoco ahorran elogios para Longueira. Todos se sienten ganadores. Empieza el último bloque y no pasa mucho más, el debate termina.
Patricio Melero abraza a Cecilia Brinkmann y le dice “lo hizo muy bien el niño, puedes respirar tranquila”. Se acerca la diputada, y ex rostro televisivo, Andrea Molina “¿cuánto fue?”, “13 puntos” responde Melero. La diputada lanza su evaluación : “poco, un punto son 80 mil personas… igual lo hizo bien”. Melero se aleja, conversa con Alberto Espina “el rating estuvo bajo, llegamos a 15, pero anduvimos en 13”. “¿Cómo los viste tú?, yo los vi poco audaces, nos falta coraje para decir que el modelo funciona, pero que se cometen abusos”, evalúa Espina.
En el resto de RN la conclusión es más positiva. “Sólido”, “muy superior”, “Longueira estaba incomodísimo”, lanzan al mismo tiempo Lily Pérez, Catalina Parot y Pedro Browne.
Viene la conferencia de prensa, todos se relajan… sienten que ganaron. El bajo rating, según ellos, no los desanima. Longueira lo explica así : “es evidente que un debate en el que hay una diversidad tremenda, como el de la Concertación, genere un mayor interés en ser visto”.
La prensa comenta, “yo pensé que nada iba a ser más fome que el debate de la oposición, pero me equivoqué”. Canal 13 comienza a vaciarse, los garzones recogen las copas de vino y de jugo abandonadas por los invitados. Deben limpiar rápido, al otro día el lugar volverá a ser el más grande estudio de televisión del canal de Luksic… En pasillo se ve fumando al ex ministro de Hacienda, Nicolás Eyzaguirre, que aprovecha de despedir con una sonrisa a los asistentes al punto de prensa con los candidados.