Oceana pide al ministro de Salud norma más estricta sobre presencia de mercurio en pescados
La norma chilena actualmente dispone un límite de concentración del metal de 1,5 mg/kg en pescados como el atún, tiburón, albacora, y otros de gran tamaño, mientras que las normas internacionales sobre la materia recomiendan un límite de 1 mg/kg.
La organización internacional de conservación marina Oceana solicitó este jueves al ministro de Salud Jaime Mañalich, que modifique la norma chilena que fija un límite a la concentración de mercurio permisible en pescados como el atún, el tiburón y la albacora, y otros de gran tamaño. La norma chilena actualmente dispone un límite de 1,5 mg/kg, mientras que las normas internacionales sobre la materia recomiendan un límite de 1 mg/kg.
“El mercurio es un metal pesado altamente tóxico, sobre todo para las mujeres embarazadas y niños. La norma chilena es 50% más permisiva de lo que debería, lo que pone en riesgo la salud de las personas. Se debe ajustar dicha norma cuanto antes para proteger a la población, especialmente cuando el consumo de este tipo de pescados a través de sushi va en aumento”, explicó Alex Muñoz, director ejecutivo de Oceana.
La entidad pidió específicamente que se reforme el Reglamento Sanitario de los Alimentos que establece que el máximo de mercurio permitido en peces grandes es de 1,5 mg/kg, límite que dista mucho de las exigencias establecidas a nivel internacional, que fijan un máximo de 1 mg/kg, como el Codex Alimentarius de la Organización para la Alimentación y la Agricultura (FAO).
En septiembre de 2012, Oceana llevó a cabo un estudio con el Laboratorio Analab para determinar la concentración de mercurio en muestras de atún, albacora y tiburón frescos de venta pública. Los resultados excedieron las normas internacionales en el 75% de las muestras de atún fresco y fresco en sashimi, y en el 33% de las de albacora fresca y fresca en sashimi.
Según la organización de protección marina, estos resultados son preocupantes ya que el mercurio no sólo contamina a las especies marinas, sino que puede producir severos problemas en la salud de los seres humanos que las consumen: este metal pesado es una conocida neurotoxina que puede alterar el normal desarrollo cerebral de fetos y niños y producir otros problemas neurológicos en adultos.
En 2011 el Ministerio de Salud realizó otro estudio que arrojó que el 30% de las muestras de albacora fresca sobrepasó las normas internacionales, y que una muestra de atún en conserva excedió el límite máximo de mercurio en más de 200%. Un segundo estudio del Ministerio del año 2012, que se enmarca en el Plan de Vigilancia de Metales Pesados, en su primera etapa arrojó resultados que superaron la norma internacional en el 38% de las muestras de albacora fresca.
“Aparte de tener una norma más estricta, el Ministerio de Salud debería advertir públicamente sobre los riesgos de comer aquellos pescados que usualmente concentran más mercurio, particularmente a mujeres embarazadas o en edad reproductiva”, enfatizó Muñoz.
Las termoeléctricas a carbón y las fundiciones de cobre son las mayores emisoras de este metal pesado. Oceana llamó al gobierno a establecer límites estrictos para las emisiones de estas empresas, sobre todo ahora que está por dictarse la nueva norma de emisiones para fundiciones.