Después de su noche más triste, la DC hace control de daños

Las proyecciones eran claras. La ex mandataria Michelle Bachelet corría con amplía ventaja y el escenario más probable era que obtendría  la primera mayoría en las elecciones primarias de este domingo 3o de junio. Pero en la DC, y particularmente en el comando de Claudio Orrego, contaban con obtener un segundo lugar más que honroso.

Sin embargo, desde los primeros conteos de mesas del Servicio Electoral quedó claro que el independiente Andrés Velasco sería quien obtendría el segundo puesto. Y así lo confirmaron las cifras: VElasco obtuvo 278 mil sufragios, que equivalen al 13%; mientras que el candidato DC, solo alcalzó 189 mil votos, es decir el 8.8%.

El candidato de la Democracia Cristiana, Claudio Orrego, reconoció rápidamente el triunfo de Michelle Bachelet  destacando la alta participación en este acto y poniéndose a disposición de la ex mandataria.  “Los datos que tenemos demuestran que la inmensa mayoría de la gente quiere una alternativa distinta al actual gobierno de la derecha. 3 de cada 4 chilenos han apoyado a un candidato de la oposición, y eso es una señal clara de la voluntad de cambio que demanda nuestro país”, recalcó Orrego desde la sede de a DC, desde donde valoró también la alta votación obtenida por Velasco y José Antonio Gómez.

“Hoy no me corresponde sino acatar con dignidad y humildad la decisión popular, nos corresponde ir a felicitar a Michelle Bachelet y a ponerme a disposición de ella”, insistió Orrego.

Más allá de las declaraciones, en la sede de la DC se sentía el ambiente de derrota. Desde su llegada a la sede partidaria ubicada en Alameda, Orrego permaneció acompañado de su equipo compuesto por el abogado Jorge Navarrete, Claudio Espejo, el diputado Jorge Burgos, el ex alcalde Alberto Undurraga. Con ellos y con el presidente de la DC Ignacio Walker analizó los magros resultados de los comicios.

Entre los cercanos al ex alcalde de Peñalolén hay coincidencia al señalar que ahora se debe iniciar un proceso introspección sobre la forma en que se manejó la campaña. Varios señalan que esto es el inicio de una nueva crisis en falange, donde el diputado Gabriel Silber apuntó que “como DC tenemos que buscar las causas de la derrota, creo que con mayor profundidad hay que hacer algunos análisis en cómo se enfoco la candidatura”.

Menos autoflagelante,  el senador Andrés Zaldívar consideró que “esta derrota no significa una crisis del partido”.

Punto crítico: la convivencia con el PC

El parlamentario, sin embargo, añade que la escasa votación de este domingo tiene una consecuencia concreta. Y es que la DC no llega al comando de Bachelet en condiciones de exigir demasiado.  “No pondremos condiciones para formar un equipo de trabajo con el Partido Comunista, pero tenemos que coordinar bien el programa de gobierno de Michelle Bachelet”.

Esta visión es compartida por uno de los estrechos colaboradores de Orrego durante la campaña, quien también cree que no se puede llegar al comando de Tegualda exigiendo mucho. Aun así apuestan por la inclusión de sus propuestas valóricas y de una educación mixta.

En tanto, el jefe de campaña del ex alcalde, Sergio Espejo, dice que  espera que Bachelet los tome en cuenta para buscar capturar el voto de centro, ya que “estoy convencido que nosotros perdimos la eleccion presidencial contra Sebastián Piñera porque gente que antes votó por nosotros, voto por él. Ahí tiene un rol importante la DC para la recuperacion de esos votos”.

Otros creen que no es irreal pedir que Orrego sea nombrado como unos de los voceros. En esta línea se pronuncia el diputado Gabriel Silber, para quien este resultado fue “un baño de realidad“.

Silber calificó esta elección como “una derrota para el partido“, porque “no supimos interpretar el voto de centro“. Junto con señalar que esperan que Bachelet adopte los planteamientos económicos del programa de Orrego, el diputado coincide con Zaldívar en que “no ve inconvenientes en trabajar con el PC”.

Sin embargo, el vicepresidente y candidato senador Alberto Undurraga se refirió a la convivencia con los comunistas y confidenció que la falange “tiene distintas posturas respecto a eso, soy de la postura de que mientras compartamos un programa de gobernalidad no hay ningun problema (…) Pero tengo que reconocer que hay algunos en nuestro partido que son más escépticos”.