La apuesta en favor de la energías alternativas podría eliminar la contaminación en Chillán
Expertos indican que el gas natural, la geotermia y la calefacción distrital prometen ser una real solución a la crisis de polución que se vive por culpa de la leña.
La costumbre sumada al fácil y acceso y su bajo costo, son algunas de las razones que explican porque la leña sigue siendo el elemento preferido para la calefacción en Chillán, esto pese a que también está más que claro que tanto su comercialización, como su uso desmedido e irresponsable, son los causantes de los altos índices de contaminación que se ven casi a diario en la ciudad.
En medio de este complejo escenario, los especialistas han ofrecido algunas alternativas frente a la leña que van desde combustibles tradicionales como el gas natural, hasta energías limpias como la geotermia y el sistema de calefacción distrital consigna el diario La Discusión.
Gas natural y geotermia
Teniendo en cuenta que el chillanejo, no va a cambiar, de un momento a otro, su estilo de calefaccionarse, el experto en Medio Ambiente y director del Centro de Sustentabilidad de la Universidad Andrés Bello (UNAB), Marcelo Mena, precisa que esta ciudad del Bíobío se debe dar la oportunidad de que la gente se cambie de combustible, haciéndole entender que se le prohibirá el uso de leña en días de mala calidad del aire.
Mena subrayó que se debe permitir que otros combustibles puedan ser subvencionados y uno de ellos podría ser el gas natural.
En la ciudad existe el combustible fósil a través de la empresa Intergas, pero a un precio que lo hace impracticable para el uso en calefacción. Una alternativa es el que llegó a fines del año 2011 a la planta regasificadora que se construyó en la comuna de Pemuco.
El primero en pronunciarse sobre las grandes posibilidades que tenían las comunas vecinas a Pemuco de verse beneficiadas con el gas natural fue el intendente Víctor Lobos. En este sentido comentó que lo ideal es establecer un plan a largo plazo y gestionar su llegada a un precio más competitivo. Para ello, resaltó que hay un proyecto para traer el llamado shale gas desde Estados Unidos a través de los gasoductos que ya existen. Estimó que el precio al que llegaría este combustible podría ser entre un 20% y un 30% menor.
De cara a la opción en favor de la geotermia, el ingeniero en Medio Ambiente Juan Luis Novoa, comentó que si bien es factible que en el futuro la provincia del Ñuble y particularmente Chillán puedan gozar de esta energía para la producción de electricidad más barata y convertirse esta en una alternativa a la leña para la calefacción, advierte que este es un proceso de largo aliento. Sin embargo, afirma que esta posibilidad es muy factible y que no se debe descartar.
El profesional recuerda que desde el año 2007 se inició una exploración en los Nevados de Chillán y existen otros que actualmente están en proyecto.
Calefacción distrital
En Chillán aún no se ha hablado del tema, pero no se estaría lejos, toda vez que ya el año 2011 la seremi del Medio Ambiente de la Región del Biobío presentó, en un seminario, la exitosa experiencia de Alemania, en la que amplias zonas urbanas vienen calefaccionándose a través de un sistema único que reparte “calor” a las viviendas: la calefacción distrital.
Como concepto no es un tema nuevo. Sus inicios remontan al siglo XIX en los países del norte y este de Europa.En términos simples, la calefacción distrital se da cuando se atiende desde una fuente de energía centralizada a varios consumidores que no se relacionan entre ellos.
Desde una sala de caldera, donde se puede utilizar biomasa (madera) u otros combustibles, se despacha el calor a las viviendas o edificios que estén conectados al servidor; de modo que cada usuario paga la cuenta sólo de la energía que consumió.
El empleo de la biomasa y el avance en la tecnología de las calderas han hecho posible que este sistema sea visto como una verdadera alternativa de descontaminación ambiental producto de la calefacción a leña.
En Chile, las experiencias en este sistema aún son aisladas; no obstante el interés del sector público y privado es creciente.
Y más aún, se rescata la gran industria de celulosa que existe en el país y más precisamente en la Octava Región, en donde la materia prima (los restos de madera como el aserrín) sería el combustible que se tendría a la mano.