Guerra de los detergentes: Así respondió Unilever a la acusación de prácticas abusivas
La trasnacional holandesa, que domina el 77% del mercado de detergentes en el país con productos como Omo, Drive, Skip y Rinso, negó que haya incurrido en bloqueo a sus competidores. LA FNE pide 20 millones de dólares en multas.
“Son prácticas comenciales habituales en el mercado, en Chile y el mundo…” Así respondió Unilever a las acusaciones formuladas por la Fiscalía Nacional Económica en su contra por prácticas abusivas y conductas exclusorias.
La trasnacional holandesa, que domina el 77% del mercado de detergentes en el país con productos como Omo, Drive, Skip y Rinso, ya suma seis demandas por abuso de posición dominante y prácticas exclusorias contra sus competidores. A raíz de estos hechos la FNE presentó el pasado 3 de abril un requerimiento contra el Tribunal de Defensa de Libre Competencia pidiendo la máxima pena contemplada, la cual llega a los 20,4 millones de dólares.
A Unilever se le acusa de bloquear la venta de productos competidores en supermercados llegando a acuerdos de distribución exclusiva con mayoristas, pagando espacios en góndolas y pagando descuentos condicionados a un número determinado de ventas.
La firma -según consigna El Pulso- se defiende asegurando que “son prácticas comerciales habituales en el mercado, en Chile y el mundo, las que reflejan por regla general un mercado competitivo y que en definitiva favorecen al consumidor, ya que permiten una mejor distribución y exhibición de los productos a menores precios”.
“Está en juego no son solo las políticas de marketing y distribución que utiliza Unilever en el mercado de los detergentes, sino que las políticas que constituyen la costumbre comercial y la forma en que se lleva adelante parte importante de la gestión de marketing, distribución y ventas de las empresas chilenas”, agrega Unilever en el documento de 117 páginas que presentó.
La mayor distribuidora de detergentes del país añade que no ha estado en su ánimo de excluir a la competencia, por lo tanto “es completamente improcedente señalar que estas prácticas han sido abusivas o exclusorias”. “Las prácticas comerciales de Unilever que cuestiona la FNE, no han tenido por objeto o efecto excluir a competidores, no han supuesto un cierre del mercado, o en el caso de los descuentos, no han significado ventas bajo costo o que sean imposibles de reproducir por competidores igualmente eficientes”, asegura.